A. P. GIÓN / V. MONTES

Cohetes y las sirenas de los arcos atracados en los muelles del puerto de Avilés saludaron el inicio de las obras del Centro Cultural Oscar Niemeyer pasado el mediodía de ayer. El presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, presidió un acto en el que efectuó dos anuncios: el primero, a las claras, que el Ministerio de Cultura se incorporará a la Fundación del Niemeyer; el segundo, veladamente, que el ex alcalde Santiago Rodríguez Vega será el encargado de dirigir la sociedad pública que gestionará la operación urbanística de la ría de Avilés, en torno al centro cultural.

El Ministerio de Cultura, que seguirá en manos de César Molina, aseguró días atrás a los responsables de la Fundación del Niemeyer su decisión de incorporarse como patrono, si bien no se formalizará económicamente -ha de aportar una cantidad económica para integrarse- probablemente hasta el próximo año, según fuente consultadas.

El segundo anuncio, el del regreso del ex alcalde Rodríguez Vega a la arena pública al frente de una sociedad de gestión, se produjo al asegurar Areces que al frente del proyecto estaría «un gestor que se sienta identificado con él y que lo conozca desde los orígenes». Resolver la ecuación no fue tarea complicada, máxime cuando el propio Rodríguez Vega se encontraba entre los asistentes al acto de inicio de obras. Sin embargo, el ex alcalde se despachaba de la posibilidad con cierta ironía cuando se le preguntaba si él sería el elegido: «No, Zapatero no me ha llamado para su Gobierno». Sin embargo, cuando ya varias fuentes daban por cierto el nombre del ex regidor, en medios próximos al Ejecutivo se dio por oficial el nombramiento. No obstante, Rodríguez Vega no tomará posesión del cargo hasta dentro de un mes o dos, ya que aún no se ha formalizado jurídicamente la sociedad, en la que participarán el Gobierno del Principado, el Ayuntamiento de Avilés, la Sepi (a través de Infoinvest) y el Puerto de Avilés. La vuelta de Rodríguez Vega ya había sido un rumor recurrente, máxime cuando el propio presidente de Infoinvest, Juan José Puerto, lo había dado entre las posibles quinielas semanas atrás en medios próximos al gobierno local.

A lo que sí respondía Rodríguez Vega era a las preguntas sobre el inicio de las obras. «Es muy ilusionante estar hoy aquí, al haber conocido desde su comienzo el proyecto; estoy muy feliz».

La sociedad que capitaneará Rodríguez Vega se encargará de la gestión de los suelos de la margen derecha de la ría adyacentes al Centro Niemeyer -la denominada «Isla de la Innovación»- y la operación residencial de Divina Pastora, en la que está previsto construir en torno a las 4.500 viviendas y que está llamada a transformar los accesos a la ciudad. Para despejar dudas, el propio Areces recalcó el carácter público de la entidad: «Todos los socios son públicos, nadie podrá insinuar que haya ningún interés especulativo».

Anuncios imprevistos aparte, la de ayer era la jornada del arranque del complejo cultural diseñado por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer y que durante dos años ha sido la principal punta de lanza del Gobierno regional en Avilés. El proyecto, que ejecutará la empresa asturiana Sedes, se desarrollará en aproximadamente 16 meses, con un coste inicial previsto de 26 millones de euros.

El complejo constará de un auditorio para más de mil espectadores, un espacio expositivo de aproximadamente 4.000 metros cuadrados, una torre-mirador que albergará un restaurante y desde la que podrá divisarse la ría y la ciudad, y un edificio de usos múltiples que incorporará salas de ensayo, de reuniones, conferencias y de proyección cinematográfica. Todo ello, sobre una explanada a modo de gran plaza pública.

Ante unas doscientas personas y numerosas autoridades, Álvarez Areces aseguró que el Centro Niemeyer marca «una nueva era» para la ciudad, sobre la base de «la cultura de la innovación y la proyección internacional». La alcaldesa, Pilar Varela, afirmó que sin duda el de ayer era «un día importante para la historia de Avilés» y aseguró que el Niemeyer «habrá de ser el mascarón de proa de un gran proyecto transformador de la ciudad». En definitiva, «la primera piedra de la "Isla de la Innovación"», según la consejera de Cultura, Encarnación Rodríguez Cañas, presidenta de la Fundación Niemeyer.

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