Teresa CEMBRANOS

Los institutos de la comarca que forman alumnos en disciplinas relacionadas con el metal y sectores afines admiten no dar abasto para cubrir las necesidades laborales que tienen las empresas, ya sea por falta de capacidad o bien porque el número de alumnos matriculados no es todo lo alto que cabría esperar. Un ejemplo: el Instituto Juan Antonio Suanzes de Avilés, una de las principales canteras de metalúrgicos de Asturias, se encuentra, según su director, Ramón Martínez Guardado, con el problema de que de sus aulas salen sólo la mitad de titulados que piden las empresas de la comarca.

«Ahora, los viveros de aprendices de las empresas son los centros de enseñanza; sin embargo, nos encontramos con que hay más oferta de puestos de trabajo por parte de la industria que disponibilidad de alumnos recién titulados. Por eso, tenemos que aprovechar este "boom", dar a conocer las importantes salidas laborales que tienen las ramas de estudios metalúrgicos y aprovechar al máximo las posibilidades de colocación. Nosotros, en el Suanzes, ya estamos haciendo casi de oficinas de empleo: los empresarios vienen, piden el listado de alumnos y, a continuación, los llaman para que acudan a trabajar», explica el director del IES Juan Antonio Suanzes.

En el curso que acaba en junio, el centro avilesino de referencia metalúrgica junto con Valliniello completó la matrícula en todas las enseñanzas relacionadas con el metal, a excepción de calderería. Pese a los buenos resultados, los responsables del centro admiten que la demanda debería de haber sido mayor aún, dada la gran necesidad de mano de obra que, dicen, tienen las empresas del sector.

Uno de los proyectos que tienen en mente los responsables del centro es iniciar una relación más fluida con las industrias para conocer de primera mano sus necesidades, mejorar la inserción laboral y concertar la realización de prácticas. «Un ejemplo claro de esas políticas de colaboración se da en Mondragón, donde las empresas se vuelcan con los centros formativos. Los centros de Formación Profesional se tendrían que abrir más a la sociedad y, sobre todo, a su entorno cercano. Aquí en Avilés, por ejemplo, vivimos en una zona privilegiada para que se desarrolle la industria», comentó el director.

Ramón Martínez Guardado reclama, además, más ayudas por parte de las industrias. «La cualificación del operario asturiano está valoradísima en España,e incluso fuera del país. Pero formar en la rama del metal es caro, cada corto período de tiempo tenemos que cambiar el material y la maquinaria, ya que la tecnología avanza a pasos agigantados. Por eso creo que sería interesante que los empresarios ayudaran a los centros, que invirtieron en mejorar la formación de sus futuros trabajadores», explica.

A partir del 6 de mayo y durante una semana el centro abrirá sus puertas para que los alumnos de los institutos de la comarca y alrededores conozcan mejor los ciclos de formación que se imparten en el Suanzes y sepan las muchas salidas laborales que tienen, no sólo en el metal, sino también en el sector del mantenimiento. «Ésa (el mantenimiento) es una familia muy de moda; los alumnos salen con conocimientos muy completos y variados: calderería, soldadura, electricidadÉ Creo que los jóvenes tienen poca información de las enormes salidas que tienen esas ramas, deberían hacer cola para matricularse», concluye Martínez.