El departamento de Vialidad del Ayuntamiento de Avilés repartió, hasta el pasado viernes, 584 de las aproximadamente 2.500 tarjetas que espera entregar a otros tantos propietarios de vehículos para que puedan acceder, a partir de junio, a las áreas del casco antiguo que van a quedar cerradas al tráfico rodado. Las calles afectadas ya están acondicionadas con barreras (pivotes) y dispositivos electrónicos de control para que entre en funcionamiento la nueva ordenación vial.

De las 584 tarjetas entregadas, 443 lo fueron a residentes en las calles peatonales que pasan a tener circulación restringida. Otras 41 se dieron a comerciantes; 98, a propietarios de plazas de garaje, y sólo 2, a personas que tienen una segunda residencia en propiedad en las zonas incluidas dentro del perímetro de la ordenación de tráfico. Entre el 21 y el 25 de abril se repartieron 250 tarjetas, y entre el 28 de abril y el 2 de mayo, 334.

Con la intención de evitar a los vecinos colapsos y colas innecesarios ante los servicios municipales, las calles del casco histórico se han dividido en seis secciones diferentes y quien pertenezca a cada una de ellas será llamado en un día y hora determinados. De este modo, la próxima semana se reanuda el plan de reparto de permisos circulatorios.

Además, en esta ocasión, y a diferencia de como ocurría con las anteriores tarjetas de circulación, los interesados pueden llevárselos a casa en el mismo momento en el que los piden, si toda la documentación está en regla. No obstante, esto no siempre ocurre, ya que la exigencia documental del Ayuntamiento es, según quejas del colectivo de hosteleros, «bastante grande».