E. CAMPO

El Museo de Bellas Artes de Asturias y la Escuela Superior de Arte, con sede en el palacio de Camposagrado de Avilés, han llegado a un acuerdo para que restauradores formados en el centro avilesino puedan realizar prácticas en la pinacoteca asturiana. Este mismo mes de abril ya han comenzado las prácticas, y tres titulados participaron en el desmontaje y montaje de sendas exposiciones temporales. La idea, según anunciaron los responsables de estas instituciones, es que la colaboración continúe, y que más titulados puedan completar su formación de este modo.

Roberto Crespo-Joglar, director de la Escuela Superior de Arte, explicó que actualmente no se puede formar a un profesional de la restauración sin iniciarlo en tareas de gestión, una faceta que rebasa el perfil tradicional del restaurador. Por eso son importantes las prácticas en el Bellas Artes, ya que los titulados tienen la oportunidad de conocer de primera mano la gestión de exposiciones temporales y completan la formación recibida en el centro educativo. «Se requiere un conocimiento muy alto y exhaustivo sobre la obra, sus circunstancias y conservación», explicó el director, que agradeció al museo la atención y participación en la formación de los restauradores.

En cuanto a los titulados que participaron en las prácticas, fueron todos ellos de la especialidad de restauración de bienes pictóricos, según explicó María José Ruitiña, responsable de relaciones institucionales de la Escuela de Arte. «Este acuerdo se enmarca en el trabajo que estamos realizando en el centro para buscar acuerdos de colaboración que permitan a los profesionales titulados en nuestra escuela acceder a un trabajo de acuerdo a su nivel de estudios», indicó.

Primera experiencia laboral

Los tres restauradores que realizaron las prácticas en el Bellas Artes participaron en el desmontaje de la exposición de Antonio Suárez, de especial complicación, ya que incluía murales de grandes dimensiones. Carolina Pelaz, conservadora del museo, explicó que los titulados en la Escuela Superior de Arte también recibieron la obra que vino del Thyssen con motivo de la exposición «Corotiana» de Miguel Galano, e hicieron un informe de conservación cotejándolo con la restauradora del museo. También realizaron prácticas en distintas áreas del museo, se les explicó cómo se daba de alta una obra en la base de datos, y conocieron los trámites que hay que realizar cuando se recibe obra en préstamo. En resumen, se familiarizaron con aspectos burocráticos del arte.

Cuando concluya la exposición dedicada a Miguel Galano, otros tres titulados en restauración pictórica tendrán la oportunidad de realizar una semana de prácticas en el Museo de Bellas Artes de Asturias. «La idea es repetir y que a medida que se vayan haciendo exposiciones o movimientos de obra, que puedan estar presentes titulados en la Escuela de Arte para ver el proceso», concluyó Pelaz. Las instituciones implicadas no tienen duda de que el acuerdo es beneficioso para todos.