M. MANCISIDOR

Andrés Walliser es sociólogo y urbanista, miembro del equipo investigador del Centro de Iniciativas e Investigaciones Europeas en el Mediterráneo (CIREM), donde lleva el área Ciudad y Territorio. Ayer participó en Avilés en un seminario técnico que se celebró en el palacio de Valdecarzana bajo el título «Inmigración, gestión de la diversidad y tercer sector social». El encuentro, destinado a responsables de administraciones regionales, locales y entidades sin ánimo de lucro que trabajan en el ámbito de la inmigración, lo organizó la Fundación Luis Vives en colaboración con la ONG Accem. El objetivo del seminario era reflexionar sobre el fenómeno migratorio.

-¿Cuál es la radiografía de la inmigración en Asturias?

-Los datos que manejo son los del informe de la Fundación Luis Vives sobre inmigración. En España el fenómeno de la inmigración es muy reciente y la lectura más interesante es que en Asturias la inmigración es todavía más reciente que en el resto de España: nos estamos encontrando con experiencias, puntos de vista y enfoques que corresponden a estrategias que había hace diez años en el resto del Estado y que ahora, en Asturias, se están aprovechando.

-¿Cómo se debe gestionar la inmigración?

-El modelo de gestión debe anticiparse a los hechos, como está ocurriendo ahora en Asturias gracias a la experiencia acumulada. El modelo de inmigración en España surge de la improvisación, las cosas han ido pasando muy rápido y las propias administraciones públicas han ido evolucionando con el fenómeno. En un contexto como Asturias, ese saber ya está acumulado y la sensación que tenemos es que las intervenciones son positivas, los programas ya están rodados. Falta, aun así, coordinación y cooperación entre administraciones.

-¿Asturias acepta a los inmigrantes?

-En Asturias, según me trasmiten mis compañeros, cada vez se habla más de inmigración, algo que no ocurría hace cinco años en esta región, si bien en España llevamos más de quince con este nuevo fenómeno. También hemos percibido que según se intensifica el fenómeno de la inmigración aumenta la integración.

-¿Qué esperan los inmigrantes de Asturias?

-En Asturias la inmigración tiene su origen en segmentos de trabajo muy específicos, sobre todo industrial, agrario y servicios. Son segundas oleadas de inmigrantes que ya están en España, no vienen directamente como pueden llegar a Andalucía o a las grandes ciudades en busca de trabajo. Aquí vienen una vez instalados. Sólo varía este concepto entre grupos reducidos que llegan buscando asilo o refugio político.

-¿Cómo influye la presencia de inmigrantes en una comunidad que apenas supera el millón de habitantes?

-El capital social en una sociedad pequeña territorialmente y con núcleos en su mayoría rurales se traduce en que todo es bastante familiar. La inmigración hace que los pueblos se conviertan en pequeñas ciudades, pero Asturias todavía no está en este nivel, esto será una parte del proceso que vivirá la región en un futuro próximo.

-Además de experto en inmigración, ha elaborado una tesis sobre participación ciudadana. En Avilés existe una concejalía con este nombre. ¿Qué entiende usted por participación?

-La participación ciudadana es la capacidad de los ciudadanos de influir en el proceso de toma de decisión, en el diseño y ejecución de políticas. Ofrece a los ciudadanos la posibilidad de decidir cómo quieren que sea su parque, qué luces va a tener, si piensan que una zona peatonal es mejor que una no peatonal o cómo debe ser la atención a inmigrantes... La participación ciudadana está cada vez menos asociada a siglas políticas específicas, aunque aún tiene cierto aroma a la izquierda.