Ignacio PULIDO

Soto del Barco,

IU y el PP, con los votos en contra del PSOE, unieron sus fuerzas para «proteger» de la presión inmobiliaria la laguna costera denominada El Charco, ubicada en La Arena (Soto). Fue el pasado viernes en la Junta General del Principado de Asturias y, gracias a sus votos, la proposición no de ley salió adelante con 23 votos. La iniciativa tiene por objeto «salvar» el humedal sotobarquense, al que consideran de gran importancia ambiental.

Pero no todos opinan lo mismo y el PSOE sotobarquense ya ha expuesto su oposición. «El PSOE rechaza esta situación porque llega en un momento en el que tratábamos de resolver las trabas impuestas en el deslinde efectuado por la Demarcación de Costas de Asturias. Toda esta iniciativa responde a un capricho de IU», afirma el alcalde de Soto del Barco, Jaime Menéndez Corrales.

Más aún, el regidor mostró su malestar por no haber sido tenido en cuenta en el proceso abierto. «Parecen existir dos gobiernos paralelos, uno en Oviedo y otro en Soto del Barco. Lo que más nos indigna es no haber sido consultados en una decisión tan importante. No se ha considerado la opinión municipal. Son muchos los vecinos que se quejan por los malos olores de El Charco», dijo Corrales. Y añadió, a modo de justificación de la necesidad de intervenir en la zona: «Además, en determinadas épocas del año la cantidad de mosquitos es insoportable».

Respecto a las consecuencias urbanísticas de declarar El Charco área natural, Corrales prefirió no pronunciarse. A su juicio, aún cree que deberá pasar un tiempo hasta poder comprobar cómo afectará al concejo. «Desde el Ayuntamiento se estudiarán las posibles vías jurídicas para ver qué se puede hacer con esto», anunció el alcalde sotobarquense.

Por su parte, el PP se muestra conforme con la decisión de proteger El Charco y considera «muy positivo» el proceso abierto el pasado viernes. «Esto no supone ningún cambio de rumbo en la política del PP sobre El Charco», afirmó el presidente del PP en Soto, José Manuel Díaz. Concretamente, en 1999 y 2002, su partido ya se mostró partidario de proteger este espacio. Según Díaz, la declaración de este espacio -donde, dijo, se iban a construir 300 pisos- como monumento natural contribuirá a la dinamización turística del concejo.