E. CAMPO

Rosario Alonso es, desde el pasado viernes, la nueva directora general de Urbanismo y Política del Suelo del Ministerio de Vivienda, pero hasta el jueves era la directora del Centro de Servicios Universitario (CSU) de Avilés, adonde llegó hace dos años para hacerse cargo del recién inaugurado servicio. Antes de que su cargo en Madrid se hiciera público, cuando sólo se conocía su dimisión del puesto «por motivos profesionales», esta profesora titular de Derecho Administrativo de la Universidad de Oviedo se prestó a hacer un balance de su paso por Avilés, del que se despide con emoción. «Ya soy una avilesina más», afirmó.

-Toca despedirse...

-El balance es muy positivo. Me voy encantada de haber cumplido las expectativas con las que llegué, que fueron fundamentalmente darle contenidos al centro universitario. Está rodando ya una oferta formativa a todos los niveles, no sólo la inicialmente prevista de Extensión Universitaria, por ser la que más vinculación inmediata tiene con el centro, sino también con cursos de posgrado.

-Los posgrados son, precisamente, la piedra angular del CSU de Avilés, según se anunció?

-Ya desde el primer momento tuve claro que la especialización es lo que podría dar sentido al centro, con formación para los titulados y también para los profesionales. Se realizaron actividades vinculadas a la Autoridad Portuaria, a la industria, a las nuevas tecnologías, y también en colaboración con otros centros de educación superior. Estoy especialmente satisfecha de la colaboración con la Escuela Superior de Arte de Asturias, que se materializó en dos títulos y un tercero ya previsto. Con el máster de Gestión de Diseño Industrial lo que hemos conseguido no existe en ningún sitio de España. El posgrado de Restauración de Piedra tiene al frente a la mayor experta del país, profesora de la Universidad de Oviedo. Se ha tratado de ir buscando formación de especialización en ámbitos donde es realmente útil, para el que empieza o para el que ya tiene más conocimientos.

-Además de la colaboración con la Escuela Superior de Arte hubo acuerdos con otras instituciones?

-En efecto, tuvimos un convenio de colaboración con la Autoridad Portuaria, con la que tenemos previsto poner en marcha formación de educación marítima y portuaria. También tuvimos acuerdos con el Conservatorio Julián Orbón? Estoy muy satisfecha en general, pero me queda la espina de que no hubiera podido programarse el máster de Interpretación Musical, como estaba previsto. Pero la colaboración con el Conservatorio dio fruto en un ciclo de música de cámara absolutamente consagrado, y que es una oferta musical que no existe ya no digo en Avilés, sino en Asturias. Sí, estoy muy contenta de la colaboración con las distintas instituciones.

-¿Avilés ya siente como propio el Centro de Servicios Universitarios?

-Lo está haciendo suyo. Todavía faltan cosas, como que se llene el salón de actos con las conferencias del mismo modo que conseguimos llenarlo con la música. Pero estamos hablando de un balance de dos años, y los objetivos cumplidos son difíciles de conseguir.

-¿Cuál debe de ser el futuro del centro?

-Tiene que ser un centro de formación de especialización universitaria y atraer a grupos de investigación, pero para eso también necesita crecer, porque el edificio ya está lleno. Y eso es posible, a fin de cuentas sólo se trata de dinero. El Centro de Servicios Universitarios tiene que crecer necesariamente. La capacidad actual ya nos limitó de forma efectiva: se podría haber aumentado la oferta de especialización pero no se hizo por falta de espacio. Hay todavía muchas cosas que se pueden hacer, acabamos de empezar.