La Asociación de Jardín de Cantos denunció ayer el «acoso y derribo» al que le está sometiendo el Ayuntamiento después de conocer que no les concederá una ayuda para pagar el alquiler su local. «Nos da el mismo dinero que al resto de asociaciones pero sabiendo que nosotros tenemos que pagar el local. Con la subvención no nos da ni para comprar pañuelos para llorar. Vamos a tener que ir a la puerta del Ayuntamiento a pedir caridad», ironizaba ayer Antonio Cabrera, presidente.