Hace unas semanas, en un curso sobre nutrición deportiva, organizado por el Colegio Profesional de Ldos en EF de Asturias -COLEF y CAFD-, el doctor Egocheaga se postulaba nuevamente a favor no sólo del control alimentario, sino de la actividad física, argumentando que ambas van de la mano para prevenir el sobrepeso. «La ingesta calórica y el ejercicio físico son los únicos condicionantes que determinan la obesidad, en función de la cantidad de calorías que se ingieren y las que se gastan se establecen los parámetros obesidad o no». Cuantas más calorías se ingieren y menos se gastan o queman, más se engorda; es, pues, que el binomio calorías-ejercicio físico establece nuestro peso-sobrepeso.

Es muy sencillo, ingresos y gastos nos dan el balance calórico, el resto forma parte de la falacia de muchas dietas de adelgazamiento, las empresas alimenticias, de bebidas refrescantes y demás aditamentos, etcétera. Puedes comer lo que sea y no engordar, con tal de que lo gastes.

Llega el verano y con él, la operación bikini, invento de la sociedad de consumo para gastar más en cosméticos, adelgazantes, dietas hipocalóricas, masajes terapéuticos, autobroceadores, cremas anticelulíticas, parches, lámparas de rayos UVA para tener el moreno antes de ir la playa.

128.000 entradas en internet, para la búsqueda operación bikini, en ellas podemos encontrar posibilidades de «perder 12 kilos en dos semanas por 39,9 euros», «mejorar tu figura con un solo ejercicio» que consiste en: de rodillas encima de un banco de pesas, hacer una patada de glúteo con flexiones de codo con una mancuerna en la mano; y cosas de este tipo que me ponen los pelos de punta. Como decía mi profesor de Sociología del Deporte, J. Ignacio Barbero: «Si de esto que sé algo me dicen esas cosas, ¿qué me dirán de las que no sé?». En las duchas del gimnasio oigo hoy: «El batido de proteínas es mejor tomarlo ahora después de entrenar porque la sangre está caliente y se asimila mejor» o en pleno entrenamiento le dice uno al compañero: «Es mejor girar así porque el músculo gira y coge más fuerza si está girado». Y yo mientras tanto sigo mi entrenamiento de la «operación bañador» y me muerdo la lengua para no intervenir y pedirle que deje de decir sandeces y se calle.

Si quieres adelgazar, sólo tienes que comer la mitad de todo y entrenar el doble para quemar las calorías que entran en tu cuerpo y coger esa figura siempre deseada para ti. Y sobre todo dejarte asesorar por un verdadero profesional (licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, médico deportivo, nutricionista, fisioterapeuta, etcétera), y dejarte de pamplinas y engaños, porque no hay peor mentira que la que cada uno se inventa y quiere creerse. No se trata de escuchar lo que quieres escuchar, sino lo que debes escuchar, que es muy diferente.

Feliz operación bikini.

Javier J. Feito es director de la Escuela del Deporte del Principado de Asturias.