Teresa CEMBRANOS

Cuando tres psicólogos estadounidenses comenzaron a trabajar con enfermos mentales no en los hospitales, sino en su entorno, no podían imaginar que, muchos años después, su iniciativa se convertiría en un modelo con tanto éxito y con aceptación en diversos países. Ayer, John Freeman, presidente de la Federación Americana de Tratamiento Asertivo Comunitario, sin embargo, alertó a los psiquiatras que asistieron al Simposio que se inauguró en el Palacio de Ferrera sobre el peligro que supondría para el programa si se incrementa excesivamente el número de casos que atiende cada uno de los equipos de médicos y enfermeras.

«Si se incrementan los servicios no se les podrá hacer frente y se diluirían las atenciones. Aunque suene a lujo, es importante mantener baja la carga de trabajo. A veces, por presiones políticas o de los jefes se aceptan más casos de los que se deberían. Es algo a lo que nos tenemos que oponer, ya que, si no, sería mucho más difícil de gestionar», aseguró Freeman.

El presidente de la federación americana recomendó también que, cuando se constituyan nuevos grupos de trabajo, éstos comiencen con poco personal. «A veces lleva mucho tiempo formar un equipo completo, pero lo importante es que el personal continúe durante un largo plazo y así se podrá hacer un tratamiento mejor. También es necesario tener un líder clínico fuerte, que tenga credibilidad», explicó Freeman. El experto también abogó por las reuniones diarias de los equipos con el fin de conocer de primera mano la evolución de los pacientes, para que cada miembro del equipo tenga clara sus funciones y para que el enfoque que se dé a las intervenciones sea a largo plazo.

John Freeman abordó la situación del tratamiento asertivo comunitario en diferentes partes del mundo, sobre todo en el Reino Unido y EE.UU. «En Inglaterra, ese modelo fue una apuesta del Gobierno y el número de pacientes ha ido mucho más allá de las previsiones iniciales. Ya llegan a las 20.000 personas atendidas y sigue creciendo. En Estados Unidos, sin embargo, no todos los estados han aplicado el TAC», explicó el experto. Respecto al resto del mundo, Australia, Holanda, Irlanda, España y Polonia han tenido desde que lo pusieron en marcha buenos resultados. «Los avances se han dado, el trabajo es fantástico y el TAC es una evidencia. El tratamiento asertivo permanecerá en el tiempo», concluyó Freeman.

En la jornada inaugural también se presentaron experiencias en el tratamiento asertivo en otros puntos de España y sobre el estado del modelo en el país.

El V Simposio sobre tratamiento asertivo comunitario en salud mental concluirá hoy con otras cuatro charlas. La primera, «Hablando con el experto: el papel del psiquiatra y de la psicofarmacología en el tratamiento asertivo comunitario», a cargo de Ted Mauger, experto estadounidense en psicofarmacología. A continuación, la inglesa Carmen Cossío hablará sobre el papel de la enfermería en el tratamiento de los enfermos mentales graves. Ted Mauger volverá a hablar otra vez sobre «el abordaje de los trastornos de personalidad desde el modelo TAC».

El Simposio concluirá con la conferencia «En busca del paciente perdido. Nuevas relaciones terapéuticas en los trastornos psicóticos», a cargo de Manuel González de Chávez, jefe del servicio del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. En el acto de clausura, a las dos y cuarto de la tarde, estarán Nel Ánxelu, presidente de AFESA Asturias, Beatriz Camporro, jefa de la unidad de coordinación de Salud Mental de Asturias, y Juan José Jambrina, coordinador del Servicio de Salud Mental de Avilés.