Elisa CAMPO

La primera fase de ampliación del puerto, para la construcción de un kilómetro de muelles de atraque en la margen derecha de la ría de Avilés, ha llegado a su ecuador. Desde que comenzaran las obras, hace menos de un año (septiembre de 2008) se realizaron los trabajos de dragado y se concluyó, prácticamente, la hinca de pilotes. De los 228 previstos sólo queda por colocar una veintena de ellos: la ejecución es «in situ», y su diámetro es de 1,65 metros. Los operarios ya comenzaron también a colocar los capiteles sobre los pilotes, para después situar las vigas. Asimismo, en la explanada de la margen derecha ya espera la maquinaria que acometerá la obra del talud bajo el agua y que después se recubrirá con piedra para que los barcos no levanten la arena. Anastasia Hacar y Andrés Alonso son los ingenieros responsables de una obra que debe de estar lista a finales de año.

El objetivo final de estas obras es encadenar tres fases de actuación que permitan la construcción de 1,73 kilómetros de muelles y la ampliación de calado a 14 metros bajo el nivel del agua, con un presupuesto conjunto de 100 millones de euros. Pero además la Autoridad Portuaria acaba de aprobar la inversión de seis millones de euros más para prolongar el muelle de Arcelor en 144 metros e ir librando espacio en la zona más próxima al Niemeyer, es decir, desplazar la actividad de la empresa hacia la bocana de la ría. Arcelor tiene la concesión de estos muelles hasta el año 2022, pero el objetivo del Puerto con esta nueva obra es que deje de utilizar los espacios limítrofes con la Isla de la Innovación. La obra se acometerá una vez que finalice la segunda fase de ampliación. Entre estos muelles y los que construye el Puerto aguas abajo quedará un tramo sin construir, a la altura de Ipsa, pero que se acabará unificando en un futuro, según explicaron el presidente y el director de la Autoridad Portuaria, Manuel Docampo y Miguel Villalobos.

«Todo esto permitirá que haya un muelle corrido desde la dársena de San Agustín, necesario para que pueda llegar la línea de ferrocarril que enlazará con las vías de Arcelor», puntualizó Docampo. Las infraestructuras se completarán con una nueva carretera: el trazado del vial que bordea la margen derecha de la ría cambiará, para permitir unos carriles más anchos y la construcción de dos rotondas de entrada correspondientes a cada una de las dos primeras fases.

El Puerto de Avilés atraviesa un momento dulce en lo que se refiere a obras e inversiones. Además de las ya descritas obras de ampliación en la margen derecha, acaba de adjudicar la construcción de una entrada con forma de popa de trasatlántico para San Juan, remató recientemente un nuevo tramo del paseo fluvial de la ría y diseña una de las pasarelas que conectarán la ciudad con el Niemeyer.

«Por un lado creamos empleo, y por el otro nos preparamos para estar en las mejores condiciones para competir cuando salgamos de este bache económico: en el sistema portuario se está invirtiendo al mismo ritmo que estaba previsto antes de la crisis», aseguró Docampo. Entre empleos directos e indirectos, en la primera fase de la ampliación del puerto están trabajando unas 300 personas, y si a eso se suma la segunda fase, el resultado será de cerca de medio millar.

Docampo rechaza con energía las acusaciones de los grupos ecologistas de que las obras suponen un atentado contra los ecosistemas. Y subraya que no existe contaminación en los materiales que se extrajeron del fondo de la ría. «Aquí no hay metales pesados, y lo que está dragado está todo confinado. Las arenas no tienen ningún tipo de contaminante. Si algún día lo hubo, fue hace años, hoy en día es una arena totalmente limpia, tal como constatan los análisis, sin ningún tipo de contaminante y menos aún materiales pesados», subraya el presidente de la Autoridad Portuaria.

La tecnología que se emplea para la ampliación del puerto hace las delicias de los sibaritas. Para colocar la escollera, de mil metros, se utilizará una «Manitowok 15.000» y se espera también la llegada de una grúa de la casa Dragalina que incorpora una especie de rastrillo para dar pendiente al perfil del talud.

Las cifras de la obra que ejecuta FCC Construcción y Alvargonzález Contratas son reveladoras de su magnitud. La explanada que se construye en esta primera fase supone una superficie de 54.210 metros cuadrados, disponible como área de almacenamiento y con las instalaciones necesarias para su operación con los tráficos previstos. Se dragaron 760.000 metros cúbicos de arena y se emplearán 72.000 toneladas métricas de material para cubrir la escollera. Las obras de desarrollo portuario en la margen derecha de la ría de Avilés permitirán un incremento del tráfico de mercancías, en el coste de los fletes y en el tamaño de los buques.