Salinas,

I. M. / M. M.

«Nos estamos quedando sin playa», repetían ayer los bañistas de la playa de Salinas, quejosos y preocupados por el vaivén de la arena, los caprichos del Cantábrico y la «pasividad» de la Administración para poner freno a la cada vez más llamativa falta de árido. Las fuertes mareas de los últimos días han retirado gran cantidad de arena de la playa de Salinas, hasta el punto de dejar al descubierto la zapata del muro del paseo marítimo. Las «mareonas» que generalmente se producían en los meses de invierno y a finales de agosto, coincidiendo con San Agustín, han afectado en los últimos días a la playa de Salinas hasta el extremo de dejar inutilizado el arenal en la zona próxima a El Espartal. Debido a la falta de arena, además, se encuentra en mal estado una de las escaleras de acceso a la zona oriental de la playa. Y los bañistas están que trinan.

La zapata del muro es visible en el tramo final del paseo en las inmediaciones de los edificios «Gauzones». Una zona en la que la mar también ha dejado al descubierto grandes piedras y restos del paseo que derribaron las olas en enero de 1990. Los fuertes temporales del pasado invierno obligaron a la Demarcación de Costas en Asturias a realizar trabajos de consolidación del muro delante de los edificios «Espartal» y «Miramar». Pese a las obras, la arena no llegó a tapar la zapata, que aún es visible en esa zona y ahora también más al este. Asimismo, la falta de arena se vuelve preocupante, según los vecinos de Salinas y los usuarios de la playa, en las inmediaciones de La Peñona, donde desde hace varias semanas están al descubierto gran cantidad de rocas.

Los usuarios de la playa sostienen que en pleno verano «no es normal la falta de arena, pues la que la mar lleva en invierno la repone en primavera». Francisco Tamargo vive en uno de los bloques de los «Gauzones» desde hace 38 años: «En este tiempo jamás había pasado algo así, lo que indica que a esta situación se ha llegado tras realizar mal alguna obra portuaria; como no se tomen medidas, esto va a ir a peor, la playa desaparecerá», sentenció el bañista. Y añadió: «Es necesario y prioritario que se busquen soluciones, que alguien tome la iniciativa de hacer un estudio a fondo de las mareas».

Manuel Díaz, vecino de Piedras Blancas y usuario habitual del arenal de Salinas, subrayó: «La mar se ha llevado ya casi un metro de árido, nos estamos quedando sin playa y aunque la solución es difícil, porque parece que no la conocen ni los técnicos, es necesario que se busque». Díaz advierte, además, de la pérdida de bañistas. «Hay menos gente que otros veranos. Es lógico. Cualquier día normal, sin que haya fuerte oleaje, la playa desaparece. Así no viene la gente a Salinas», sentenció.

Igualmente crítica se mostró la leonesa Estrella Fernández, quien siempre que puede, según dice, se escapa a Salinas para darse un chapuzón en el Cantábrico. «Es la primera vez que vengo a la playa este verano y, la verdad, la encuentro rara. Hay más piedras de las que recordaba», recalcó. Los bañistas de Salinas urgen soluciones a un problema acuciante por su peligro. Los fuertes temporales del pasado invierno, además de dejar al descubierto la zapata en varios tramos del paseo, causaron graves daños en un restaurante de Salinas y derribaron el mirador de madera de la zona central de El Espartal que Costas tuvo que recomponer.

«Ya falta un metro de arena; hay que buscar una solución urgente, aunque sea difícil»

<Manuel Díaz >

Bañista de Piedras Blancas

«Llevo 38 años viviendo en un "Gauzón" y nunca había visto algo así, es urgente actuar»

<Francisco Tamargo >

Usuario de la playa de Salinas