Andrea SUÁREZ

Comienza la cuenta atrás: los estudiantes avilesinos no tendrán salas públicas donde desgastar los codos a partir de agosto. La Biblioteca municipal cerró a mediados del mes pasado debido a las obras de ampliación. Entonces, los estudiantes y otros usuarios se tuvieron que trasladar al Centro de Servicios Universitarios (CSU). Hasta aquí, sin queja. El problema es que el próximo mes, el CSU también cerrará sus puertas por vacaciones. Las salas de estudio reabrirán en septiembre pero, hasta entonces, falta un mes. De ahí la concentración que protagonizó ayer un grupo de estudiantes que quieren dedicar agosto a los libros. Más tarde ya es tiempo de exámenes.

Los jóvenes que se movilizaron en el Centro de Servicios Universitarios eran estudiantes de Física, Medicina, Turismo, Trabajo Social, Telecomunicaciones, Psicología, Derecho, Magisterio e Ingeniería de Minas, entre otras, además de doctorados y estudiantes de MIR. «La biblioteca queda cerrada por lo menos para seis meses y ahora no vamos a tener dónde estudiar», explicó Gabriel Rodríguez, uno de los afectados por el cierre del centro. Y añadió: «Por lo menos podían abrir por la tarde. Sólo necesitamos que nos abran y luego lo cierren, pero queremos un sitio donde estudiar». Otra de las perjudicadas por el cierre de las salas de estudio manifestó: «Hay personas que no tienen suficientes condiciones de estudio en sus casas, ya sea porque tienen obras al lado o porque se han acostumbrado a las salas de estudio». David Pérez, también usuario, subrayó: «Ahora somos pocos, pero en agosto es cuando la gente empieza a estudiar en serio y esto se llena. No tiene sentido que abran sólo a partir de septiembre cuando el día 1 algunos ya tenemos exámenes. No creo que la gente empiece a estudiar justo el día antes».

Otro de los argumentos para que en verano se mantengan los horarios de invierno es el «plan Bolonia». «Con el nuevo plan los exámenes van a ser antes, por lo que tendrán que acabar abriéndolo», argumentó otra mujer. Para otros se trata de un asunto de desigualdad. «En Oviedo tienen centros de estudio que abren todo el año y, en período de exámenes, hasta altas horas de la madrugada. No es justo que no podamos disponer de un lugar así para el estudio como en otras ciudades o pueblos mucho más pequeños que Avilés», dijeron.

El Centro de Servicios Universitarios depende de la Universidad de Oviedo, pero es el Ayuntamiento de Avilés el que se encarga del mantenimiento, según un convenio firmado por las dos instituciones. Así, los horarios y días de cierre se rigen por la Universidad, pero el personal del centro lo contrata el Ayuntamiento. Aunque no saben a quién corresponde la decisión, los estudiantes expresaron ayer su deseo de tener un lugar donde estudiar en verano. Ahora quieren que su lección perdure en el tiempo: «Si no puede ser durante este curso lectivo, al menos que lo intenten para el siguiente».