E. C.

El concejal de Urbanismo y alcalde en funciones, José Alfredo Iñarrea, advirtió ayer de que el estudio informativo de integración urbana de las vías, encargado por el Ministerio de Fomento, incluye un plazo de un año para tramitaciones medioambientales que comenzará a contar una vez que se presenten las alternativas. Concretamente, si en noviembre está previsto que la empresa adjudicataria del estudio presente su resultado, después tendrá que recibir el visto bueno de la Dirección General de Ferrocarril y finalmente se abrirá un plazo que oscilará entre ocho meses y un año, según el edil, para la realización de los trámites de impacto ambiental.

Iñarrea asumió que no será en este mandato cuando se consiga ver superada la barrera férrea. No obstante, valoró que se está realizando la tarea adecuada. «Estamos aquí para tratar de proyectar soluciones a los problemas, pero somos plenamente conscientes de que hay cuestiones que no se pueden solucionar ni en uno ni en dos mandatos». El alcalde en funciones, además, estimó que se está avanzando en la dirección correcta, «con rigor y con los pies en el suelo». Y remató: «Lo malo es cuando se pierden años con debates estériles que no conducen a nada».

El concejal de Urbanismo indicó que la propuesta divulgada en los últimos días, respecto al aprovechamiento de la caja de la variante de Avilés para el trazado de las vías, se enmarca, en su opinión, en ese estudio informativo encargado por Fomento.

Con un presupuesto de 900.000 euros, el plazo para la redacción del estudio se estableció en veinte meses y se adjudicó en abril de 2008. En la actualidad, por el casco urbano de la localidad discurren dos líneas, la C-3 de ADIF, entre Oviedo y San Juan de Nieva, y la F-4 de Feve, entre Gijón y Ferrol. Ambas acceden a la ciudad por el Sur, discurren al borde de la ría y compatibilizan los servicios de viajeros y mercancías.