F. L. J.

Optimismo contenido. El presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés, Manuel Docampo, confía en que 2010 sea el año en que se pueda contener la hemorragia de tráficos que llevará al puerto de Avilés a cerrar el presente ejercicio con una caída de actividad del 20 por ciento. La previsión del máximo responsable del complejo portuario de la ría, según ha manifestado estos últimos días, es reducir esa cifra a sólo un 5 por ciento o, si las circunstancias se tornan propicias, salir de los «números rojos» y lograr volver de nuevo a la senda del crecimiento.

La clave de la esperada recuperación tiene nombre: Arcelor-Mittal. En tanto que la compañía siderúrgica haga buenos sus pronósticos y el anunciado arranque de las baterías de coque que ahora están apagadas se traduzca en la reanudación de las exportaciones de ese mineral, el puerto podrá enjugar sus malos números. Docampo, cauto en este sentido, dice que la multinacional aún no ha hecho oficiales sus planes portuarios para 2010, «pero es indudable que el arranque de las baterías es mejor noticia que la de que seguirían apagadas».

La interrupción de las exportaciones de carbón de coque por los muelles de Avilés en las postrimerías de 2008 fueron la peor noticia posible para el puerto, que en condiciones normales debería haber movido del orden de un millón de toneladas y, sin embargo, cerrará el año en blanco. Sólo este hecho explica el descenso de actividad del 20 por ciento con que se calcula acabar el presente ejercicio.