E. CAMPO

Manuel Valdés Valdés, «Chato», era capaz de plasmar en un trazo un rostro y una personalidad. Este dibujante (Barcelona, 1909- Avilés, 1967) regresa a la ciudad de la mano de una exposición que repasa algunas de sus caricaturas más singulares. No todas las obras son heterogéneas, ya que pasa de un estilo más descriptivo a sintetizar la cara en poco más que un garabato. El tratamiento que otorga el dibujante a las gafas, la nariz, los labios y el cabello de los retratados confieren a las caricaturas gran personalidad.

La mayoría de las obras que pueden verse desde ayer en el palacio de Valdecarzana recogen, de perfil, rostros ampliamente conocidos de la época. Ana de Valle, Castor, David Arias, Eloy Fernández Caravera, Esther Carreño, Fernando Wes, Jesús Muñiz Guardado, Justo Ureña, Pepe Galiana y Tomás Abascal, entre otros, comparten protagonismo con otros más anónimos, como el «portero del Ayuntamiento». Chato realizó la mayor parte de los dibujos que ahora se exponen en los años centrales del siglo pasado.

La exposición se completa con un montaje audiovisual que recoge hasta 200 caricaturas, ambientada con música de época. La responsable de esta recuperación de la figura y obra de Chato es la Sociedad Económica de Amigos del País, con la colaboración del Ayuntamiento de Avilés. El concejal de Cultura, Román Antonio Álvarez, presidió ayer por la tarde la inauguración de la muestra, a la que asistieron un buen número de espectadores.

La exposición «Caricaturas del siglo XX» de Manuel Valdés Valdés «Chato» podrá visitarse hasta el 26 de febrero, en el palacio de Valdecarzana, con arreglo al siguiente horario: de once de la mañana a una de la tarde y de cinco de la tarde a nueve de la noche. La sala de exposiciones permanece abierta cada semana de lunes a viernes.