Juan C. GALÁN

«F-23» suena a modelo de avión de guerra. Sin embargo las apariencias engañan. En este caso «F-23» no es un avión, sino el intento de inversión del «23-F» que la compañía teatral gijonesa Konjuro estrenará a nivel nacional este martes (precisamente 23 de febrero), desde las 20.15 horas, en el teatro Palacio Valdés, en lo que será una nueva cita del ciclo «Hecho en Asturias». Jorge Moreno, el director de la troupe, es el artífice de la obra: no en vano él la ha escrito y él la interpreta junto a Mayra Fernández. Dos únicos personajes que durante 72 minutos ofrecerán una imagen distorsionada, aunque también válida, de aquellas horas de un día de invierno de 1981 que pudieron cambiar, si es que no lo hicieron en realidad, la historia de España.

«No me interesa tanto la trama política del golpe de estado como qué pensaban en esos momentos el guardia civil que entró en el Congreso sin saber para qué o uno de los tanquistas de los que salieron a las calles de Valencia», señaló ayer Moreno durante la presentación de la obra en el foyer del teatro avilesino. Con ese punto de partida, Konjuro pone en escena la revisión del 23-F a través de los ojos y las palabras de un militar golpista (el propio Jorge Moreno) y una prostituta que encarna Mayra Fernández. «Los personajes representan dos visiones yuxtapuestas de la situación: el militar se mueve en términos de grandeza, habla del pasado glorioso de España que, en su opinión, hubiera vuelto de haber triunfado el golpe. La prostituta, por su parte, encarna a esa España cotidiana que no tiene ningún interés en que nadie la salve y que pone los pies en el suelo al militar», explicó Jorge Moreno.

«F-23» es una tragicomedia que Jorge Moreno compuso tanto a través de sus recuerdos de aquel día (en 1981 contaba siete años) como por medio de una exhaustiva documentación. «Recuerdo que el 23-F le pregunté a mi padre qué pasaba y él me contesto: "la guerra". Aquello me impresionó y me demostró que los recuerdos del 36 aún estaban marcados a fuego en los españoles», señala Moreno, que durante el proceso de documentación de aquellos días descubrió que, desde distintos ámbitos de la sociedad española, se invitaba a un «golpe de timón». «Había mucha gente que esperaba una intervención militar y eso me dio pie a pensar que, si el golpe hubiera triunfado, Armada o Milans del Bosch hubieran pasado a la historia como salvadores de la patria en opinión de muchos españoles», reflexionó el director de la obra. «A pesar de que desde varios sectores de la sociedad se alentaba una intervención militar, al final todos aquellos que hablaban de honor se quedaron en casa. Es la hipocresía del cobarde», añadió el director de Konjuro.

Con «F-23», Konjuro Teatro pretende ofrecer una visión alternativa de un golpe de estado cuya gestación es aún un misterio y cuyas consecuencias podrían haber sido devastadoras. A la compañía gijonesa ya le han salido 22 representaciones por toda España, no sólo en Asturias: también en Catalúña, Andalucía o Madrid. Una aceptación inesperada para el elenco, máxime si se tiene en cuenta que la representación del martes en Avilés significará el estreno absoluto de «F-23». «El golpe de estado ha quedado tan grabado en los españoles que una obra sobre el 23-F siempre interesa», señala Jorge Moreno para justificar tantas contrataciones. Y es que, en realidad, el golpe de estado de 1981, el más televisado de la historia de España; es, en sí, una gran representación teatral.