Elisa CAMPO

Hubo un tiempo en que, al acceder al interior de la capilla de los Alas, el paño mural hoy desnudo mostraba al visitante una imagen muy diferente: la de un retablo de alabastro con cuatro escenas vinculadas a la vida de María, flanqueadas por las imágenes de Santa Margarita y Santa Catalina; en el centro, la Resurrección de Cristo. Esta pieza, realizada en el siglo XV por un taller inglés, no era el único tesoro del pequeño templo de origen funerario. Así, existía una Virgen sedente, con el Niño apoyado en su regazo, realizada en madera policromada, correspondiente al estilo gótico y fechada en el siglo XIV. El paradero de estas obras de arte es una incógnita desde los turbulentos años de la Guerra Civil, en que desaparecieron de la capilla: destruidas o robadas, fueron sustraídas a la contemplación de los avilesinos, y sólo existen tres testimonios, en forma de fotografía, que prueban que un día existieron. Estas tres imágenes fueron realizadas en el año 1918, y pertenecen al Archivo Mas (Instituto Amatller de Arte Hispánico).

Coincidiendo con la elaboración de un proyecto para rehabilitar la capilla, el grupo de investigadores que dirige las obras realizó un estudio de todos los indicios que existen sobre el retablo y la escultura y, en su opinión, consideran que estas piezas no se destruyeron. Por eso los arquitectos Jorge Hevia y Cosme Cuenca, así como el historiador Vidal de la Madrid, apoyados por las administraciones local y regional, elaboraron un plan para la localización de los contenidos medievales perdidos. El Ayuntamiento de Avilés ya ha anunciado que se gratificará con un total de 8.100 euros las informaciones que puedan llevar a la recuperación de las piezas.

En el plan de localización se hace constar que el saqueo de iglesias y viviendas de la alta burguesía fue un hecho corriente durante la guerra, vinculado al menos en parte al comercio. «Estos contenidos muebles medievales son seña de identidad y están indisolublemente vinculados al inmueble que los albergaba, el cual está declarado específicamente Bien de Interés Cultural desde 1991», justifican los investigadores en la redacción del plan. Y añaden: «Sobre su desaparición circulan versiones contradictorias, que van desde el expolio premeditado a la destrucción circunstancial, in situ, del conjunto; aunque actualmente se encuentra en paradero desconocido, es probable que formen parte de una colección privada, pues en su momento no se halló rastro alguno del pretendido destrozo».

La capilla de los Alas, mandada construir por Don Pedro Juan de las Alas y cuya obra se realizó anteriormente al año 1346, está dedicada a Santa María: de ahí el contenido de las escenas del retablo, vinculadas a la vida de la Virgen, y el hecho de que a ella estuviera dedicada la estatua sedente. El historiador Pedro Paniagua la describió en su tesis electoral como una «nueva Eva», que sostiene en su diestra la manzana, prueba del delito cometido, y a la vez ofrece el fruto de sus entrañas, Cristo, cuya savia derramada salvará a la humanidad. Al tener al Niño en posición erguida, puesto en pie sobre la pierna de su Madre, se corresponde con el tipo iconográfico de la «Mater Admirabilis», correspondiente a la época bajomedieval. El pequeño, por su parte, alza la diestra en actitud de bendecir a los fieles.

En cuanto al retablo de los Gozos de María, lo realizó a mediados del siglo XV un taller inglés, muestra de las relaciones económicas que mantenía entonces Avilés con el norte de Europa. Realizado con alabastro, estaba dorado y coloreado en algunas partes. Estaba situado a escasa altura del altar, haciendo las veces de zócalo frente al sacerdote. Los siete paneles estaban tallados en bajorrelieve. Todas las piezas estaban identificadas por inscripciones al pie, en el larguero del marco, y coronadas por dosel exento. En opinión del arqueólogo Fortunato de Selgas y Albuerne, este retablo fue el único propiamente gótico existente en la región, aunque otros historiadores discrepan de tal afirmación.

El plan de recuperación del tesoro de los Alas incluye la traducción a varios idiomas de la documentación divulgativa y su incorporación a las redes de información de Internet, mediante la realización de una página web y su distribución mediante distintos buscadores, plataformas, redes, portales, blogs, dominios institucionales, policiales, culturales y dominios comerciales. Según la Ley del Patrimonio Histórico Español, «los bienes muebles declarados de interés cultural y los incluidos en el inventario general que estén en posesión de instituciones eclesiásticas, no podrán transmitirse por título oneroso o gratuito ni cederse a particulares ni a entidades mercantiles. Dichos bienes sólo podrán ser enajenados o cedidos al estado, a entidades de derecho público o a otras instituciones eclesiásticas». Del éxito de este plan de recuperación dependerá que, una vez restaurada, la capilla de los Alas vuelva a exhibir las joyas de su antiguo esplendor.