La Semana de Música Religiosa de Avilés demuestra un año más su afianzamiento en el panorama musical asturiano. El concierto de apertura fue, simplemente, imprescindible. A éste siguió ayer el órgano, instrumento de presencia obligada en el ciclo, con un concierto a cargo de Juan María Pedrero Encabo. Este concierto fue la antesala de lo que significarán, a partir de la próxima edición de la Semana, las citas con el nuevo órgano de Sabugo. Como adelantó Martínez el lunes, el Rotary Club presentará en junio el nuevo proyecto musical, que por supuesto será toda una conquista y no sólo para la Semana de Música Religiosa.

Por otro lado, los conciertos de música coral que se inician esta tarde con el Coro «De Profundis» marcarán la nota alta de esta edición. En este caso, la formación que dirige Cristina García Banegas traerá a Avilés un programa de interés musicológico y «rara avis» en las programaciones basado en la música de los archivos eclesiásticos coloniales de Bolivia. Ya el sábado, llegará el grupo de voces que dirige Juan Carlos Asensio, «Schola Antiqua», avalado por su nombre en la interpretación de música antigua. La música coral será también la encargada de cerrar la edición con la visita de la Escolanía de Covadonga, centro que ha marcado el camino profesional de generaciones de músicos que hoy son piezas básicas en el desarrollo musical de Asturias, e incluso fuera de la comunidad autónoma. Queda mencionar el concierto del viernes, con un protagonista poco habitual en el ciclo avilesino: el piano. Para este concierto, a cargo de Jean Pierre Dupuy, se reserva el estreno de la obra de Mercedes Zabala «Colección de Haïkus».