F. L. J. / M. M.

El avilesino Manuel José F. B. de 46 años, y José Santos D. F., cuya edad y domicilio no trascendió, resultaron ayer gravemente heridos al recibir una descarga de alto voltaje cuando hacían tareas de mantenimiento en los equipos eléctricos de uno de los trenes tándem de la línea avilesina de laminación en frío que tiene Arcelor-Mittal en Avilés.

Los trabajadores, empleados de la Unión Temporal de Empresas TSK-Isastur, sufrieron quemaduras de tercer grado en el 50 por ciento y el 20 por ciento de su cuerpo respectivamente como consecuencia del contacto con la electricidad. Según fuentes sindicales, en el caso de Manuel José F. B., el más grave de los dos heridos, el shock eléctrico le causó una parada cardíaca superada gracias a la rápida intervención de los servicios médicos de emergencia.

El primer socorro a los trabajadores electrocutados lo prestaron los servicios médicos de Arcelor-Mittal. Una vez evacuados en ambulancias, los heridos fueron llevados al Hospital San Agustín de Avilés, donde los responsables de Urgencias decidieron derivarlos al Hospital Central de Asturias (HUCA). Ya por la tarde, Manuel José B. F. fue trasladado al hospital madrileño de La Paz. Su pronóstico era muy grave. Mientras, José Santos D. F. quedó ingresado en observación en la Unidad de Vigilancia Intensiva del HUCA con pronóstico grave.

El suceso se produjo en torno a las 8 de la mañana de ayer en la sala eléctrica de los trenes tándem del departamento de Laminación de la compañía siderúrgica Arcelor-Mittal. Un portavoz de la firma precisó que las instalaciones se hallaban paradas debido a tareas de mantenimiento programadas. Como suele ser habitual en estos casos, la empresa ha abierto una investigación sobre las causas del accidente. Asimismo, los sindicatos han exigido un «esclarecimiento total» de las circunstancias en que se electrocutaron los trabajadores.

CC OO, central de la que Manuel José F. B. es delegado sindical, subrayó ayer en un comunicado que las autoridades competentes tienen que ser «mucho más diligentes» para poner freno, sin que la crisis sirva de excusa, a la «lacra de la siniestralidad laboral». Todos los sindicatos, en mayor o menos medida, constatan desde hace unos meses un empeoramiento «escandaloso» de las condiciones de seguridad laboral en todos los sectores de producción del Principado.