E. CAMPO

«Conocí el Niemeyer por casualidad; yo estaba en Oviedo y había oído hablar de él». Así es cómo Valentina Mecca, una estudiante italiana de 24 años, acabó convirtiéndose en la «amiga 2.000» del Niemeyer en la red social «Facebook». Y, también por casualidad, sus destinos se cruzaron: después de hacer un curso de Erasmus en la Universidad de Oviedo, Mecca fue a estudiar a Colorado, atraída entre otras cosas por el Aspen Institute -su principal interés es la diplomacia cultural-, y allí se enteró de la cumbre que iba a organizar, sobre este tema, el Aspen Institute en Avilés, en colaboración con el Niemeyer. «Fue una pena no poder estar allí».

En su opinión, el centro cultural permitirá que Asturias -«que ya tiene mucho potencial»- tenga más relevancia y promoción internacional. «Estoy convencida que el Niemeyer es algo fundamental para todos los asturianos y para todos los que, como yo, consideran Asturias su comunidad de adopción».

Mecca, licenciada en mediación lingüística cultural, estudia ahora en la Universidad de Bolonia Ciencias Políticas, Ciencias Internacionales y Diplomáticas.