Félix VALLINA

Viene del mundo de la decoración, pero es un apasionado del vino y se ha metido de lleno en el negocio. Desde hace tres años mantiene abierta la Vinotería Syrah y está convencido de que Avilés tiene una oferta de tanta calidad que sus habitantes tienen una cultura vinícola más que formada. Este joven de 35 años considera que los avilesinos optan antes por hacer una ruta de vinos que por tomarse unas botellas de sidra.

-Avilés presume de ser la ciudad del norte de España con más vinoterías por metro cuadrado, ¿hay clientes para tantos locales?

-Creo que Avilés es una zona de vinos, y esto no es de ahora sino de hace muchos años. En Sabugo, cuando mis padres eran jóvenes, ya había una ruta del vino. Ahora hay clientes de sobra para todos, sobre todo estamos captando gente joven, de entre 28 y 40 años, aunque también tenemos clientes mayores que siempre han sido de vino.

-¿Entonces piensa que el vino le come la tostada a la sidra?

-No sólo eso, yo pienso que Avilés nunca ha sido una zona sidrera. Hay sidrerías importantes que siempre han funcionado, pero no hay la oferta que hay en Gijón o las cuencas, que siempre está lleno. Aquí hay dos sitios, pero no hay comparación con el tirón del vino.

-Hay teorías que defienden que el amor por el vino llegó a Avilés de la mano de los trabajadores que vinieron a Ensidesa de otras partes de España, ¿tiene eso sentido?

-Yo lo he oído, puede que lo tenga. Con la industria vino mucha gente de fuera y en otras partes de España no hay sidra. Aunque es difícil de asegurar, Gijón también tiene industria y sigue siendo zona sidrera.

-¿Cuál es la fórmula para que las vinoterías triunfen tanto en Avilés?

-Creo que se está trabajando muy bien y se están ofreciendo productos de muchísima calidad. Aquí se encuentran caldos muy buenos a buen precio y eso el cliente lo aprecia. Como tenemos menos población que en Oviedo o en Gijón nos los tenemos que «currar» más y creo que lo estamos haciendo.

-¿Los clientes son entendidos?

-Por supuesto, hay mucho nivel. En las cartas ponemos datos sobre el vino como la añada, los meses en barrica o el tipo de uva, porque los clientes lo quieren saber. Creo que también se nota en otros sectores, por ejemplo desde hace unos años se están abriendo en Avilés tiendas delicatessen que antes eran impensables, la gente no es tonta y busca la calidad.

-¿Sus clientes tienen un perfil definido?

-Hay de todo. Eso sí, la gente mayor se tira más a los vinos más clásicos y los jóvenes son los que más inquietudes tienen a la hora de probar cosas nuevas, sobre todo las mujeres.

-¿Cree que el vino podría convertirse en una seña de identidad para Avilés?

-Junto con Mieres, es donde más nivel de vinotecas hay en Asturias. Por supuesto que podemos potenciar el vino como tirón para la comarca, hay mucha calidad y cada día crecemos más.

-Hay quien dice que el vino es una bebida muy cara.

-También los hay que dicen que con una botella de sidra beben tres y eso no es cierto, porque si vas con dos amigos acabas tomando seis. En Avilés puedes tomar un buen vino por dos euros y encima comes un pincho. Yo creo que al que le guste el vino sabe que no es caro, ya que lo que te estás tomando es un producto de mucha calidad y lo estás haciendo en unos locales preparados y con ambiente para disfrutar.