Félix VALLINA

Ricardo Fernández acaba de cumplir 39 años y lleva doce vendiendo sidra en su local de Sabugo: La Taska El Matu. Se considera un amante de la bebida tradicional asturiana y defiende que Avilés siempre ha sido una ciudad en la que la sidra ha tenido protagonismo. Fernández asegura que el zumo de la manzana es el sello de identidad de Asturias y apuesta por una mayor promoción para potenciar su consumo en la ciudad.

-¿Está atravesando buen momento la sidra en Avilés?

-Yo pienso que Avilés siempre ha tenido una tradición muy sidrera y que ahora la gente sigue bebiendo sidra como lo ha hecho toda la vida.

-¿Cree que la ciudad está a la altura de zonas como las cuencas o Gijón?

-Lo cierto es que esas zonas siempre han sido referentes, pero aquí también se bebe mucha sidra aunque no tengamos la misma fama a nivel regional. Ahora han bajado un poco las ventas, pero me imagino que eso está pasando en todos los negocios, la crisis no perdona y por eso la gente sale menos, no es que haya dejado de beber sidra en concreto, ni mucho menos. Antes había gente que tomaba un número de botellas a la semana y ahora ha tenido que bajar el pistón porque no hay «pasta».

-¿Entonces opina que no se está haciendo una buena promoción?

-Es una pena que se haya perdido el festival de la sidra, el certamen sidrero que organizábamos aquí. Creo que se podría hacer algún esfuerzo más por parte de las administraciones para mantener viva la pasión por una bebida que es la más representativa de esta región.

-¿Piensa usted que la sidra es más barata que el vino?

-Por supuesto. Con una botella de sidra vienen cuatro chavales y pueden estar viendo un partido de televisión tranquilamente, mientras que si vas de vinos la tarde te sale mucho más cara. La gente toma sidra en todas las partes de la ciudad.

-En otras partes de Asturias hay zonas específicas con muchas sidrerías que están logrando promocionarse como colectivo. ¿Se echa eso de menos en Avilés?

-La verdad es que sí, porque aquí estamos todos desperdigados y no se puede decir que haya una zona concreta dedicada a la sidra. Yo creo que el feudo de la sidra es, sin duda, la zona de Sabugo, aunque repito que se bebe por toda la ciudad.

-¿Cuántas cajas de sidra vende usted a la semana?

-Una media de cuarenta, aunque en verano se venden más. Tengo clientes que beben sidra a diario durante todo el año, pero el verano siempre es más propicio para disfrutar de una «botellina» en una terraza o en plena calle. Con el calor se disparan las ventas, sobre todo durante los fines de semana.

-¿Cómo es el perfil del cliente?

-Yo tengo de todas las edades y de todas las clases. No podría definir un perfil de cliente en particular. Todo el mundo bebe sidra.

-¿A usted le gusta el vino?

-Sí, pero soy más de sidra.

-También sirve comidas, ¿qué bebida le piden los clientes para acompañar la sidra?

-Se estila menos el vino. Aquí suelen cenar con sidra, o con sangría de sidra, que se está poniendo muy de moda.

-Avilés ha sido más de vino que de sidra, al menos hasta ahora.

-Pienso que cada persona es un mundo y que cada mercado tiene unos clientes, aunque mi opinión es que se bebe más sidra. Además tenemos que defender una tradición que es muy asturiana, porque estamos en Asturias.