Myriam MANCISIDOR

Han vuelto y parecen dispuestas a pasar buena parte de este mes en la comarca avilesina. Son las ocas misteriosas, clientes de Avilés, que ayer arribaron al puerto deportivo con un objetivo: dinamizar el comercio en la comarca. La Cámara de Comercio y la Unión de Comerciantes (Ucayc) están detrás de esta iniciativa que ya se celebró el pasado año «con gran éxito». En esta edición participarán en la campaña «Compra, juega y gana» 164 establecimientos, diecisiete más que en 2009, que abarcan prácticamente todos los sectores: desde moda y complementos a decoración, alimentación u hostelería, pasando por floristería, deporte, óptica, perfumería o calzado. La presentación oficial de la iniciativa se celebrará esta mañana. Pero las ocas ya saludan con su inigualable «cua-cua» a cuantos se encuentran por la calle al tiempo que reparten información.

La campaña «Compra, juega y gana» se celebrará del 7 al 22 de mayo en Avilés, Gozón, Corvera y Castrillón. Con el ticket de compra los clientes podrán participar en el juego de la oca con un número de tiradas proporcional al valor de la compra. Los premios, además, se obtendrán de forma directa. Pero, ¿cómo participar? El único requisito consiste en presentar el ticket de compra en uno de los tres lugares de juego ubicados en Avilés (en el antiguo local de Astur), en Luanco (en la calle Oviedo) y en Castrillón (en la calle Ramiro I, en Piedras Blancas). En estos locales habrá un tablero con el tradicional juego de la oca cuyas casillas esconderán regalos varios.

Con cada treinta euros de compra (acumulativos sumando facturas de los comercios que participan en la campaña), el cliente tendrá derecho a un tirada. En todas las casillas, además, habrá premios. La imagen de una oca previsiblemente será el distintivo que identificará los establecimientos que participarán en la campaña. Las ocas precisamente arribaron ayer a los pantalanes del puerto deportivo de Avilés. Eran al menos tres -cuerpo blanco, patas naranjas y pico- que caminaban erguidas, como humanos. Los «animales» fueron recibidos a mediodía como visitantes de excepción para sorpresa de los vecinos, que respondían atónitos a los saludos de las aves.