Francisco L. JIMÉNEZ
El Ministerio de Agricultura y Pesca ha notificado a los pescadores asturianos que durante los primeros cuatro meses del año se consumió un 53 por ciento del total admisible de capturas (TAC) de merluza asignado a la zona Cantábrico-Noroeste (el 63 por ciento en el caso de la pescadilla que capturan los arrastreros). Es fácil deducir que lo que la Administración central quiere advertir con este aviso es que de mantenerse la misma intensidad pesquera, el cupo anual se agotaría en el mes de agosto. Y esta súbita interrupción de la actividad sería «catastrófica» para el sector, según la opinión generalizada de los profesionales de la mar, porque la merluza proporciona la parte más importante de los ingresos que obtienen flotas como la de arrastre y la de volanta. Incluso los pescadores que faenan con la modalidad de «pincho» podrían verse afectados por el agotamiento prematuro del cupo.
La notificación ministerial sorprendió a los pescadores asturianos en un doble sentido: nunca antes había ocurrido que la autoridad pesquera nacional informase del grado de agotamiento del TAC y ni por asomo los pescadores pensaban que en sólo cuatro meses se pudiera consumir más de la mitad del cupo anual. «Es la primera vez que nos llega una notificación de este tipo. Hasta ahora había sido habitual que el Ministerio controlase el gasto correcto de los días hábiles de pesca, pero lo de meterse con los kilos capturados es la primera vez que ocurre», declaró el presidente de la Federación Asturiana de Cofradías de Pescadores, Dimas García.
La cifra admisible de capturas la asigna la Unión Europea previa negociación con los ministros de los países que tienen fachada al Arco Atlántico. En el caso de los barcos que faenan en los caladeros comunitarios (palangre de altura), el reparto de la cuota es individual: cada armador gestiona su cupo y si lo agota suele solicitar una ampliación, previo pago, a la asociación que gestiona los intereses del colectivo. Pero la pesca de bajura funciona con otros parámetros: el TAC es global (para toda la región Noroeste). Este modelo, similar al que rige la pesca de la xarda o la anchoa, propicia sorpresas a veces desagradables como que el cupo se agote de modo imprevisto debido a grandes capturas en otras comunidades. Algo así fue lo que ocurrió este mismo año con la costera de la xarda: los pescadores asturianos se quedaron con un palmo de narices cuando comprobaron que el cupo se había «evaporado» y ellos apenas habían sacado rendimiento a la campaña. Para evitar que se repitiese esa situación con la anchoa, los armadores del Cantábrico pactaron medidas extraordinarias de autorregulación, lo que les llevó a limitar los kilos que podían capturarse cada día para alargar en la medida de lo posible la costera.
Varios patrones mayores de cofradías asturianas asistirán hoy a una reunión convocada en Vigo para recibir información de primera mano sobre este asunto de boca de los responsables nacionales de Pesca.
