Las Vegas,

Illán GARCÍA

Los lectores de Las Vegas ya pueden ir a la biblioteca después de diez días. Pero ya no tendrán que subir la empinada cuesta de la calle Miguel Ángel Blanco para acceder al centro sociocultural. Ahora, los corveranos podrán utilizar el servicio de préstamo y consulta de libros en el centro Tomás y Valiente, «un local más a mano», según aseguraban ayer algunos usuarios. Este servicio, según la idea inicial del Ayuntamiento, se devolverá a su emplazamiento de origen en cuanto finalicen las obras de remodelación del centro sociocultural. Para la bibliotecaria, María Jesús Pérez, los usuarios están encantados con que el servicio se preste desde el Tomás y Valiente.

La opinión de Pérez coincide con la mayoría de los vecinos de Las Vegas consultados por este periódico, principalmente, por su cercanía. Otros, sin embargo, son críticos con el cambio. Este es el caso de Alberto Álvarez, usuario del centro, que cuestionó el actual local dada la escasa luz para leer y que las dimensiones de la biblioteca son considerablemente menores comparándolas con las de la anterior ubicación.

«Esperemos que acaben las obras pronto y podamos volver al centro social porque aquí, la biblioteca está fatal», indicó Álvarez, que pidió a su vez que la biblioteca de Avilés, sita en la Casa de Cultura, abra sus puertas cuanto antes. La opinión de Alberto Álvarez choca con la de Pilar González y Ana Belén Martín, otras dos usuarias que ayer fueron acompañadas de sus respectivos hijos a la «nueva biblioteca». «Esperemos que se quede aquí para siempre, hay mucha gente que tiene dificultades para ir ahí arriba -en referencia al centro social-», indicó Ana Belén Martín, que consultaba una serie de libros mientras su hijo, Javier Rodríguez, hacía los deberes en una mesa.

En el otro extremo de la sala se hallaba Pilar González y su hija Aitana Sánchez, de 11 años. «Me parece genial que se quede aquí para siempre, dónde hay que firmar», subrayó González. Su hija, mientras consultaba un libro de ilustraciones, valoró también la nueva ubicación de la biblioteca. «Cuando teníamos que subir arriba, me cansaba mucho», remarcó la pequeña que no está dispuesta a tener que volver a subir la calle Miguel Ángel Blanco salvo por imperiosa necesidad.

Pese a las bondades que destacan los usuarios de poder consultar libros en el centro Tomás y Valiente, la bibliotecaria aseguró que dadas las dimensiones del nuevo local no se han podido colocar todos los libros en los estantes. Si la demanda de los vecinos es escuchada por el Ayuntamiento, quizá la biblioteca permanezca en el centro Tomás y Valiente.

La sala de estudio, que anteriormente también se encontrada en el centro sociocultural, se ubica también por un tiempo determinado en el Tomás y Valiente. Así que los estudiantes que lo deseen podrán preparar sus exámenes de junio sin la necesidad de subir la empinada cuesta que da acceso al centro social, al ambulatorio de Las Vegas y al polideportivo de la parroquia.