Piedras Blancas,

I. MONTES

La alcaldesa de Castrillón, Ángela Vallina (IU), pidió ayer a su socio de gobierno, el PSOE, que explique su cambio de postura en la gestión del agua y su alianza con la derecha en vez de desviar la atención sobre un supuesto acoso de IU. Vallina salía así al paso de las declaraciones del presidente de la gestora de la agrupación socialista de Castrillón, Luis Proenza, que retó a sus socios a ir al juzgado si considera que el PSOE prevaricó por aprobar, junto con el PP, la adjudicación del agua a Aqualia.

Asimismo, el portavoz municipal de IU, José Luis Garrido, indicó una vez más que el PSOE busca fantasmas donde no los hay. «El problema no lo tiene IU, que tanto en la oposición como en el gobierno ha sido clara respecto al agua. El problema lo tienen quienes leyeron manifiestos, criticaron una adjudicación que aseguraban había sido hecha a la carta y salieron a la calle prometiendo a los vecinos que lucharían por defender sus intereses y no lo están haciendo», dijo.

Garrido afirmó que el presidente de la gestora socialista «trata de afianzar su posición dentro del PSOE en unos momentos en los que ese partido parece estar a punto de volver a nombrar una nueva dirección local». En cuanto a la continuidad o no del PSOE en el gobierno local, el portavoz de IU señaló que «es sólo una maniobra de Proenza para desviar la atención».