Saúl FERNÁNDEZ

Bob Dylan es un señor mayor que el tiempo le ha moldeado clásico. Dylan, el músico más preclaro de cuantos ha dado el estado norteamericano de Minnesota; es como Beethoven, pero en folk. Por lo menos en su primera época, porque luego devino en rockero y de ahí en paradigma, que es el paso previo a la gloria celestial, un lugar que desde hace años toca con los dedos... Por eso se celebra esta noche su cumpleaños (a partir de las 19.00 horas, en el auditorio de la Casa de Cultura), porque, aunque no es hasta el lunes que cumple de verdad sus primeros sesenta y nueve años, los clásicos tienen el poder de la inmortalidad y, como los bilbaínos del chiste, nacen cuando les da la gana.

Los clásicos lo son si sobrepasan el ámbito que les dio notoriedad. Y eso, es evidente, le ha pasado a Dylan hace mucho tiempo. Cuando se lanza una pregunta que genera silencio el comentario es recurrente: «es la respuesta está en el viento» o, como diría el propio Dylan, «is blowin'in the wind». Este tránsito es el que más desean los autores que buscan la inmortalidad. Ayuda a alcanzar la meta las rarezas. Y Dylan tiene unas cuantas. La principal es la de no recoger los premios que se le conceden: el «Príncipe de Asturias», por ejemplo. O el «Oscar» a la mejor canción, que también lo tiene. Todos estos talentos generan «fans» que rozan la divinización y, unos cuantos de ellos, asturianos, llamados por la productora Norte-Sur para cerrar el ciclo «Avilés Arte Sonoro», son los que tienen previsto salir a escena esta tarde unos minutos del fútbol, porque esta noche hay competición (Bayern de Munich contra el Inter de Milán). Está previsto que suenen versiones dylanitas traspuestas al asturiano, con la voz de Toli Morilla; los «Stormy Mondays», que son los únicos que disfrutan de la medalla de haber subido al escenario más legendario de los sesenta (Woodstock) también cantarán por Dylan... La lista es larga e incluye cantautores como Nacho García, como Edu Vázquez o incipientes estrellas solitarias del estilo de Igor Paskual... Todo por el mito y la leyenda, todo por rozar lo que desde hace tiempo rozan las manos del tipo triste que salió de Minnesota, se armó con una guitarra y empezó a hacerla sonar entre maizales... la tradición amasada en las partituras de Dylan se transformaron con el tiempo en canciones sin dueño, en eso que los folcloristas llaman, canciones populares.

Los músicos asturianos que se subirán esta tarde al escenario de la Casa de Cultura lo harán para llamar a las puertas del cielo -que era otra de las acciones más aclamadas por el Dylan de la magia-. Habrá un espectáculo: todo esto lo presenta Jesús Ordovás, que de Dylan lo sabe todo.

-Seven Days.

-It's All Over Now, Baby Blue.

Igor Paskual

-Just like a woman.

-Subtrerranean Homesick Blues.

Nacho García

-I want you.

-Desolation row.

-Oh sister.

-Desde la torre más alta.

Pablo Valdés

-Forever young

-Blowin' in the Wind

-Wainy day women

- If not for you

Parte de su último disco homenaje a Dylan.