Félix VALLINA

Algunos padres y familiares tuvieron que seguir la gala desde las televisiones que hay instaladas en el vestíbulo. Y es que el patio de butacas de la Casa de la Cultura se llenó ayer hasta los topes durante el festival de fin de curso de la Escuela de Artes y Oficios, una jornada en la que se repitieron las actuaciones de ballet, bailes de salón y latinos, sevillanas, flamenco, gaita asturiana, pasarela de corte y confección o guitarra. En el acto también tomó parte la Banda de Música de Avilés.

La secretaria de la escuela, María José Hurlé, hizo las veces de presentadora y fue la encargada de hacer balance antes de que se abriese el telón. «Este curso nos ha vuelto a colmar de satisfacciones. Si es en el apartado artístico nuestros alumnos parecen profesionales y si lo es en el de los oficios surgen como artesanos confirmados», señaló. Hurlé recordó que «este año ha habido un total de 967 alumnos, 17 más que el curso anterior».

Durante la gala de ayer también hubo tiempo para la entrega de diplomas a los alumnos más destacados de la escuela. Juan Pablo Fernández Álvarez y María Dolores Cimadevilla González recibieron respectivamente los premios extraordinarios a la calidad y a la laboriosidad a propuesta de los profesores. Los actos de fin de curso de la Escuela de Artes y Oficios de Avilés continuarán hoy con la inauguración de la muestra que recopila los trabajos realizados por los alumnos a lo largo del año, un acto que tendrá lugar a partir de las siete de la tarde en la propia escuela. La exposición se podrá visitar a diario de seis a nueve de la noche.