Tres agrupaciones sonoras y de baile tradicional aporta Portugal a esta edición del Beltaine de Avilés. Para esta noche de lunes en la plaza de España dos de ellas, «Galandum Galundaina» y «Os Pauliteiros y Gaiteros de Miranda de Douro», mostrarán parte del acervo etnomusical y cultural del vecino país sustentado en mucho más que el exportable y muy reconocido fado.

«Galandum Galundaina» (Paulo Preto, con Alexandre, Manuel y Paulo Meinhos) vuelve al escenario que ya compartiera en la pasada edición con formaciones galesas y escocesas. El grupo lleva más de quince años -plasmados en cuatro discos- trabajando desde su originaria tierra mirandesa (Sendim, Fonte de Aldeia) por la recuperación de la arcaica raíz musical, tradiciones, lingüística (con la reconocida lengua mirandesa) y cultural de Portugal pero tratando de acercarla a los tiempos actuales con pulcra fusión; siempre con el acierto de no desvirtuarla ni disfrazarla en absoluto. Ese respeto por la añeja raíz traída hasta el folk de hoy en día pervive desde esta banda portuguesa gracias a su labor de estudio, seriedad y trato fidedigno. Arreglos y composiciones de sus músicos la hacen encajar a la perfección con ese folk del siglo XXI que también define a los de Galandum. Gaitas -mirandesa y gallega de foles-, zanfonas, flauta pastoril, conchas, cajas de percusión o «de guerra», castañuelas, pandereteas, tamboril y voces son sus instrumentos tradicionales que a la vez transforman o reiventan para el logro de afinación diversa y sonidos nuevos.

De esa zona mirandesa del denominado Nordeste Stramuntano (Tras Os Montes) colindantes con Aliste, Sanabria o Castilla y León también se podrá disfrutar esta noche gracias a las vistosas formaciones de «Pauliteiros». Habituales en nuestra escena, sobre todo en las festividades anuales de Bimenes, los pauliteiros (Miranda, Mogadouro, Vimioso) siempre han demostrado en Asturias que a la lengua y a la música sólo le ponen artificales fronteras ciertas torpezas. La vida rural, la gastronomía, los festejos ancestrales ahora de carácter sagrado o solemne se transforman en danzas rituales, complejas y rigurosas realizadas sólo por hombres con sus palos cortos de percusión, sombrero negro, calzado y faldón largo blanco bailando acompañados por tamboriles, gaitas de fole, castañuelas o flautas.

Junto a los mirandeses, el espectáculo denominado «Celtas del Oeste» culmina con la presencia de los gallegos «Traspés», que con un año de existencia (Vigo) recuperan, estudian e interpretan con danzas, gaiteros y pandereteras la tradición gallega. Pese a su corta existencia ya han logrado diversos premios de prestigio celebrados en Galicia.