San Juan de la Arena,

Ignacio PULIDO

San Telmo, el patrono de los marineros, volvió a surcar las aguas de la ría del Nalón, ayer, en una multitudinaria procesión en la que tomaron parte decenas de embarcaciones. Los arenescos se lanzaron a la calle para festejar el día grande de las fiestas en honor al santo, que tocarán a su fin hoy con la celebración del día del jubilado. Un año más, y ya van tres, la agrupación procesional «San Juan y San Telmo» procedió a subastar un bonito frente al templo parroquial. En esta ocasión el ejemplar, cuyo peso rondaba unos siete kilos, fue adquirido por la concejala sotobarquense Marisol González, por un valor de 450 euros.

En torno a las cinco de la tarde, la sirena de la rula de pescadores anunció el inicio de los actos, que arrancaron con la ofrenda de un bonito al patrono. Acto seguido, los vecinos se dieron cita en la iglesia parroquial donde el párroco local y el cura de la parroquia de San Pedro de Soto oficiaron una misa solemne en honor de San Telmo. La liturgia contó con la presencia del alcalde sotobarquense, Jaime Menéndez Corrales, que estuvo acompañado por el regidor praviano, Antonio de Luis Solar.

Una vez concluida la ceremonia, decenas de arenescos y arenescas tomaron parte en la procesión marinera. Vestidos de pescadores portaron a lo largo de la avenida de Los Quebrantos una red de pesca con la que la agrupación procesional «San Juan y San Telmo» trató de simbolizar la unión del pueblo. Del mismo modo, varios mozos del pueblo vestidos con traje de marinero portaron a hombros la imagen del patrono así como otra de Nuestra Señora del Carmen.

Tras llegar al edificio de la rula, la comitiva dirigió sus pasos hacia el puerto de pescadores donde las imágenes de San Telmo y de la Virgen fueron embarcadas en la lancha «Yoldia II». A continuación, decenas de embarcaciones de pesca y de recreo se dirigieron a la bocana de la ría del Nalón donde se procedió a rendir tributo a los marineros fallecidos en la mar.

Finalmente, tras tomar tierra, Fernando González, miembro del colectivo Garabuxada, dirigió la subasta del bonito, el cual fue adquirido por la edil Marisol González al precio de 450 euros, batiendo de este modo el récord alcanzado el año pasado con 400 euros.

La subasta puso punto y final a la procesión y dio paso a una romería. Los conjuntos musicales «Assia» y «Costa Norte» fueron los encargados de amenizar a todos los presentes, que preveían mantener la folixa hasta pasada la medianoche. Hoy, los jubilados y jubiladas del concejo serán los protagonistas de los festejos gracias a una excursión a Covadonga y a un posterior banquete en un conocido restaurante.