Laviana,

Illán GARCÍA

Un fuerte olor a ácido y a amoniaco incomoda desde hace días a los vecinos de la parroquia de Laviana. «El pasado miércoles y jueves el olor era exagerado y la verdad es que era más fuerte que en otras ocasiones», indica el presidente de la asociación de vecinos «Enlaze», César Fernández, quien añadeademás que en esos días era «casi imposible salir a la calle, ya que el ácido provocaba un fuerte picor de ojos y de garganta».

Con estas reclamaciones sobre la mesa, los vecinos de Laviana piden al Principado que tome medidas para evitar que aumente el malestar de los vecinos. «Los parámetros medioambientales que marca el Principado deben reducirse para obligar a las empresas que trabajan con ácidos a respetar la salud de los vecinos», apuntó Fernández. «El Principado debe valorar si han de respetar unos cuarenta puestos de trabajo cuando ese fuerte olor a ácido afecta a miles de personas de ámbos márgenes de la ría de Avilés», añade el dirigente vecinal.

Los vecinos de Laviana se quejaron además de que sus vehículos presentaban una extrañas manchas «provocadas por el ácido». Algo similar le ocurrió a los vecinos que habitan en las inmediaciones de la fábrica de fertilizantes Fertiberia, en Trasona (Corvera) el pasado año.

«La verdad, es que nosotros sentimos ese fuerte olor a ácido cuando el viento sopla de gallego, y me imagino que los vecinos de Salinas, San Juan y Raíces tendrán el mismo problema cuando el viento viene del nordeste», afirma el dirigente vecinal de Laviana.

De hecho, hace unos meses las entidades vecinales de estas localidades de Castrillón, la de Jardín de Cantos de Avilés además de colectivos ecologistas, un grupo de surfistas de Salinas y la federación de asociaciones de vecinos «La Unión», todos cansados de malos olores, constituyeron una plataforma con el fin de exigir a la fábrica de fertilizantes Chemastur que cumpla con las medidas medioambientales que exige la ley.