San Juan de la Arena,

Ignacio PULIDO

La Nochebuena en San Juan de la Arena es de otro color. Desde hace ya tres años, las calles de este pueblo sotobarquense se tiñen con el color amarillo del traje de aguas de El Angulero, en contraposición al encarnado uniforme de Papa Noel. Anteayer, decenas de pequeños acudieron al puerto pesquero arenesco para recibir a este personaje navideño eminentemente asturiano, que llegó cargado de revoltijos que repartió en la rula entre todos los niños y niñas.

Apenas eran las seis de la tarde cuando El Angulero llegó a San Juan de la Arena a través de la ría del Nalón y a bordo de la lancha pesquera «Maroa», propiedad de Eloy Sopeña, patrón mayor de la cofradía de pescadores de «San Juan Bautista». Tras atracar en los pantalanes del puerto de pescadores, «El Angulero», pertrechado con su traje de aguas amarillo, su gorro de lana y su farol, se dirijió al gentío que le esperaba tras su largo viaje desde el mar de los Sargazos, lugar donde reside el resto del año.

En tierra, varios miembros de la asociación cultural Garabuxada recibieron a El Angulero con su cabalgata marinera, compuesta por varias carrozas entre las que se contaba «La Angulina», encargada de conducirle hasta las inmediaciones del centro de interpretación «Puerta del Mar». Allí luce desde hace varios días un arbol navideño de marcado carácter marinero. En concreto, se trata de un peculiar árbol de cinco metros de altura confeccionado con madera, seis mil metros cuadrados de red de pesca y un centenar de boyas amarillas. Todo este material fue prestado a Garabuxada por la embarcación pesquera «El Ratonero», de San Juan de la Arena.

Una vez ante la «Puerta del Mar», El Angulero, que en todo momento estuvo acompañado por la banda de gaitas «Esbardu», pronunció unas palabras ante todos los presentes y transmitió sus mejores deseos para estas navidades, marcadas por la crisis y, concretamente entre los anguleros, por la escasez de capturas. Sin más dilaciones, y tras pronunciar su discurso, El Angulero se subió de nuevo a «La Angulina» y recorrió varias calles del pueblo antes de recalar en la cancha de la rula.

La lonja arenesca era un hervidero de actividad y sobre todo de ilusión. A sus puertas, decenas de pequeño y pequeñas hacían cola para ver a El Angulero, que les esperaba en el interior acompañado por un sinfín de revoltijos de chucherías y de regalos del amigo invisible organizado por Garabuxada. La recepción fue aprovechada por los alumnos del Colegio Público Ventura de la Paz Suárez para hacer entrega a El Angulero de un manuscrito en el que se recogen historias e ilustraciones referidas a su persona.

Tras alimentar los sueños de los asistentes, El Angulero se retiró para cumplir con su trabajo: repartir regalos por todo Asturias a lo largo de toda la noche. De este modo, se puso punto y final a la cabalgata angulera.

Hoy, las fiestas navidadeñas no se detienen en San Juan de la Arena. A las cinco de la tarde, se dará el pistoletazo de salida a la primera edición de la San Silvestre Angulera, una competición organizada por Garabuxada y por Atletismo L'Arena. Los interesados en participar, podrán formular su inscripción, junto a la iglesia parroquial, entre las dos y media y las cuatro y media de la tarde.

Los vencedores de la categoría absoluta masculina y femenina serán premiados con angula de la ría del Nalón. La prueba absoluta, que cuenta con un trazado de cuatro mil metros de longitud, servirá como antesala al resto de San Silvestres del Principado.

La pista de hielo instalada en Las Meanas acogió ayer a numeroso público entre las cuatro y las nueve de la noche. Los usuarios aprovecharon el descanso navideño para practicar deporte con guantes de lana. El uso de la pista, de 525 metros cuadrados, tiene un coste de cinco euros por hora. Sobre estas líneas, patinadores en la carpa instalada en el parque.

Los niños avilesinos dieron ayer rienda suelta a la imaginación en el salón del juego instalado en el complejo deportivo Avilés, en El Quirinal. Los pequeños tuvieron la oportunidad de jugar en los hinchables, las camas elásticas y también de subirse a un tren con varios vagones y una noria de doce metros de altura. En la imagen, un grupo de niños, ayer, en Imagina.