Sara Herrera Peralta (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1980) dio forma a «Provocatio», su penúltimo poemario, en la ciudad de París, donde reside desde hace algunos meses. Obtuvo el premio «Ana de Valle» que concede la concejalía de Mujer del Ayuntamiento de Avilés, el único galardón literario que patrocina el municipio. Hace unos pocos días presentó en la Casa de Cultura su colección de poemas en compañía de la escritora Esperanza Medina. Sara Herrera Peralta, poco a poco, se ha hecho un hueco en la muy superpoblada república de los versos. Junto a «Provocatio» es autora de «La selva en caí» (Torremozas, 2007), «De ida y vuelta» (Difácil, 2009) y «Sin cobertura» (La Bella Varsovia, 2010).

-¿El mundo real es poético?

-Estoy convencida de ello. La poesía que se hace en mi generación, la que se escribe ahora mismo, utiliza la realidad como materia poética constantemente. Lo normal es el paso del tiempo, la vida, la muerte. Pero, ¿por qué no hacer la colada?

-En sus versos sale el Mercadona, Nicolas Sarkozy... ¿Qué tiene la poesía de género de ficción?

-Mucho de lo que escribo se inspira en la realidad, en lo que he visto con mis propios ojos y eso es la ficción a fin de cuentas: recrear la cotidianeidad.

-¿Qué busca con «Provocatio»?

-Provocar una respuesta en el lector sobre los asuntos de que hablo en el libro. La poesía se lee y se vende poco, quizá por eso puedes decir lo que consideras oportuno. La respuesta y la reacción queda en poco, pero por lo menos hay una llamada de atención.

-No parece la poesía el mejor modo de provocar nada.

-La poesía no sólo es comunicación. Si la literatura se quedara sólo en ello tampoco se escribirían novelas o ensayos.

-¿Desde cuando se dedica a los versos?

-Desde siempre, pero no me obligo a escribir cada día. Me pongo a ello cuando quiero, cuando tengo ganas. Intenté escribir otras cosas, pero en lo único en lo que me siento cómoda es con la poesía.

-Para publicar poemarios ¿es obligario ganar premios?

-No, no. He enviado libros tanto a certámenes como a editoriales. Dos de ellos, sólo, salieron con el apoyo de un premio.

-¿Qué tiene un premio entonces de atractivo, aparte del dinero, claro?

-Un premio te da la oportunidad de publicar de forma inmediata y eso está francamente bien, teniendo en cuenta cómo están las cosas.

-Ha ganado un premio al que sólo se pueden presentarse mujeres. ¿Hay premios sólo para hombres?

-No tiene por qué haberlos. Galardones como el «Ana de Valle» ayudan a eliminar una injusticia real que es que las mujeres ganan menos premios literarios, publican menos... Las poetisas que recordamos, frente a los poetas, son muchísimas menos.

-¿Qué tiene entre manos?

-Si no pasa nada, muy pronto saldrán dos poemarios en dos editoriales distintas.

-¿Para cuándo?

-No me atrevo a dar fechas.