T. CEMBRANOS

El Colectivo Ecologista de Avilés asegura que en 2010 se superaron en la ciudad los límites máximos de contaminación de manera continuada, siendo los más graves los de las partículas en suspensión. Así, según explican los responsables del colectivo, el valor medio del contaminante PM10 (partículas en suspensión) en Avilés fue de 50 microgramos por metro cúbico, cuando el límite vigente anual para la protección de la salud es de 40 microgramos. «En la ciudad se superaron los niveles de protección en 144 días del año, no pudiendo superarse más de 35 veces por año los 50 microgramos de media diaria», argumentan. Los ecologistas aseguran que las estaciones donde se dieron los peores datos fueron las de Llano Ponte y el matadero.

«Si atendemos a la media anual que recomienda la Organización Mundial de la Salud, se supera con creces el nivel recomendado por ese organismo, que es de 20 microgramos, por lo que la media fue 2,5 veces, lo que da la idea de la gravedad del problema ambiental que sufre Avilés», afirman los integrantes del colectivo. Según los ecologistas, las partículas en suspensión se asocian a la aparición y agravamiento de múltiples patologías, especialmente las respiratorias.

Otro de los contaminantes con abudante presencia en el aire avilesino es el dióxido de nitrógeno (NO2). En este caso, el valor límite anual establecido por la legislación para la protección de la salud no debe superar los 40 microgramos. Según los ecologistas, éste fue superado los meses de febrero, marzo, abril, septiembre, octubre y diciembre y la peor estación fue la de Llano Ponte.

Los ecologistas también alertan de la presencia de benceno en el aire de la ciudad. En ese caso, el único medidor está ubicado en la estación de Llaranes. El valor límite es de 5 microgramos y, según el colectivo ecologista, se superó tres días en marzo, 10 en abril, 7 en mayo, 11 en junio, 8 en julio, 12 en agosto y 5 en septiembre. «Destaca el valor medio del 28 de abril, que fue de 17,66 microgramos, tres veces por encima del límite», explicaron. El benceno está clasificado como cancerígeno por la OMS, incluso en dosis muy bajas.

«En una comarca como la avilesina donde ya se tiene una elevada tasa de enfermos respiratorios, cardiovasculares y tumorales, no tiene sentido alguno autorizar instalaciones que no generan empleo, que no crean valor añadido y que sólo nos dejan la contaminación, como la incineradora de Cogersa y la central de ciclo combinado de Nubledo», critican los ecologistas.