Piedras Blancas,

Inés MONTES

El médico no atendió a su hija por no quitarse la boina en la consulta. El lance que vivió un vecino de Piedras Blancas en el centro de salud de la capital castrillonense, obligó al Servicio de Salud del Principado (Sespa) a pedir disculpas a Tomás García. Los hechos ocurrieron el pasado 28 de abril cuando el castrillonense acompañó al médico a su hija, menor de edad, que se quejaba de dolor de garganta. La doctora de cabecera de la joven, de 15 años, no se encontraba en el ambulatorio ese día por lo que padre e hija pasaron a la consulta de otro médico, cuya identidad responde a las iniciales A. C. I. F.

«Entramos a la consulta y el médico se dirigió a mí diciéndome que me quitara la boina. Le pregunté el motivo y me contestó que estaba en un despacho y que era una falta de respeto. En un primer momento creí que era una broma, pero insistió, le dije que no me la quitaba y, sin mediar palabra, salió del despacho a buscar al conserje. Éste, de buenas maneras, nos llevó a mi hija ya a mi a la consulta del doctor F. G. P. que la atendió sin ningún tipo de racismo», explicó ayer Tomás García.

El hombre llegó a casa disgustado por el mal trago que paso su hija y al día siguiente presentó una reclamación en el centro de salud de Piedras Blancas. El Sespa contestó a Tomás García hace unos días, pidiéndole disculpas. «Yo no falté al respeto a nadie por llevar la boina. El que sí faltó al respeto fue A. C. I. F. que se negó a atender a una menor en su consulta porque su padre llevaba boina. Él estaba atendiendo a los pacientes con ropa de calle», explicó Tomás García.

El castrillonense acepta las disculpas del Sespa y da por zanjada la polémica. «Llevo boina siempre. Espero que no tuviera nada que ver que la gorra lleva un pequeño escudo del Sporting de Gijón con el lema «puxa Sporting», porque no es ningún emblema ofensivo, ni ningún símbolo político o religioso».