E. C.

La modificación en la relación de puestos de trabajo (RPT), el punto más debatido en el orden del día del Pleno de ayer, sirvió no sólo para fijar posiciones entre los grupos políticos sino también para que los representantes de los trabajadores -que intervinieron en la sesión- hicieran patente su malestar por el cambio y por la política de Personal en general. Pidieron que se rechazara la modificación planteada por el PSOE y que supone la supresión de unos puestos de trabajo (de brigadas fundamentalmente), traslados de personal y la creación de algunas nuevas plazas. La abstención del PP permitió a los socialistas sacarlo adelante, con el voto en contra de Foro -que estaba de acuerdo parcialmente- e IU, totalmente en contra.

El primero en tomar la palabra fue Manuel Gómez Mendoza, en representación de Sfala-USO. «Es una privatización encubierta», afirmó de las amortizaciones del área de mantenimiento. Y pidió claridad sobre la magnitud del servicio público que se quiere prestar y qué personal se cuenta para ello. Tanto él como Ángel Luis Fernández, presidente del comité de empresa y representante de UGT, y Marisa Rodríguez Jareño, de CC OO, acusaron además al gobierno de negar las negociaciones pese a las palabras amables. Uno de los caballos de batalla de los sindicatos es el hecho de que a las nuevas plazas que se crean, en puestos de mando, se permita concursar a los funcionarios de otras administraciones y no primar a los del Ayuntamiento de Avilés. Raúl Marquínez, concejal de Personal, argumentó que así estaba aprobado por el Pleno.