A. P. GIÓN / E. CAMPO

El futuro del Centro Niemeyer atraviesa estos días su fase decisiva. Los gestores del complejo cultural de la ría esperan la evolución de las negociaciones entre el Principado y el Niemeyer (representado en los encuentros por la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela) para decidir su siguiente paso. Y, mientras, también echan cuentas para decidir cuánto tiempo más puede el Centro mantener sus puertas abiertas al público. Aunque el equipo gestor confía en que las negociaciones con el Principado lleguen a buen puerto, se preparan para lo peor. La programación expira (de hecho es posible que incluso se vean abocados a cerrar las exposiciones actuales) y cada vez está más próximo el mes de diciembre, cuando los actuales gestores deberán abandonar las instalaciones de no llegar a un acuerdo sobre la cesión del conjunto arquitectónico diseñado por Oscar Niemeyer. En cualquier caso, aseguran, será imposible programar nueva actividad hasta abril de 2012, como mínimo.

Por ahora, no hay avances. En la reunión que mantuvieron el miércoles la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, y el presidente de la Fundación, Manolo Díaz, con el consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, y el viceconsejero del Sector Público, Luis de la Vallina, se estableció como primer objetivo acordar el reparto de miembros del patronato. Más de lo mismo. Las partes quedaron emplazadas para retomar hoy el diálogo, pero el Principado ha aplazado hasta la próxima semana por supuestos «problemas de agenda».

Según ha podido saber este periódico, los gestores del complejo cultural de la ría hacen cálculos estos días para poner fecha al cierre de las instalaciones. En caso de que la calculadora arroje pérdidas, el Niemeyer echará el candado. La Fundación cifró en unos 600.000 euros las pérdidas que ha ocasionado en las últimas semanas la batalla política en torno al complejo y también confirmó varias cancelaciones de la programación prevista y de la contribución financiera de varios patrocinadores. Por el momento, el calendario de actividades no va más allá de finales de noviembre. Además del espectáculo «Utopía» de María Pagés, el complejo acogerá entre el 21 y el 28 de octubre una exposición de bonsáis y el cineasta alemán Volker Schlöndorff ofrecerá una charla el próximo día 13 en el Niemeyer con motivo de la inauguración del ciclo cinematográfico que ha diseñado para el mes de octubre. Las esculturas de Cristóbal Gabarrón se despedirán de la plaza el 15 de noviembre, la muestra fotográfica de la actriz Jessica Lange cerrará el 27 de noviembre y la de Hugo Fontela seguirá hasta diciembre. La cartelera de cine está programada hasta mediados de noviembre. Pero esto siempre y cuando salgan las cuentas. En caso contrario, la despedida puede ser prematura.

Otro tanto ocurre con la cafetería, la coctelería y la tienda del complejo. En medios próximos a la Fundación aseguran que el servicio de restauración ha duplicado la facturación pese a haber bajado los precios un diez por ciento. El Niemeyer, a falta de acuerdos, pende de una calculadora. Y también su personal. En caso de llegar al 15 de diciembre sin avances, 43 personas harán las maletas. El complejo genera 22 puestos de trabajo directos (siete del equipo gestor y quince de hostelería) y 21 indirectos (personal de limpieza, taquilla, azafatas y servicios financieros y económicos).

Aumenta la incertidumbre y también el malestar en el seno de la Fundación. El anuncio de posibles acciones legales contra el Principado por parte del secretario, José Luis Rebollo, y las declaraciones del director, Natalio Grueso, a varios medios nacionales en las que acusa al presidente autonómico de querer «destruir» el centro cultural no hacen más que aumentar el resquemor entre los socialistas, conscientes de que sólo el diálogo y el acuerdo con el Principado pueden llevar a una solución satisfactoria. En una entrevista a «La Gaceta», Grueso señala que «el proyecto cultural» del consejero de Cultura «tiene una boina nacionalista, es una cultura de gaita y madreña». También apunta que si el Principado no renueva la cesión de los edificios, «en ningún caso podrá usar el nombre del Niemeyer». Tampoco ha gustado al PSOE que los gestores planteen, a título personal, dejar de recibir subvenciones del Principado (según los cálculos de la Fundación, el Niemeyer podría subsistir sin dinero público en el último trimestre de 2013). Mientras, la ciudadanía se prepara para otra concentración de apoyo al Centro convocada para el sábado en el complejo cultural.

La coreógrafa sevillana María Pagés dirigió anoche, como se ve en la foto, un nuevo ensayo general de la pieza que estrena mañana sábado (20.30 horas) en el auditorio del Niemeyer. Pagés recibió el encargo de la dirección del complejo cultural avilesino tras el clamoroso éxito cosechado en su primera visita a Asturias, cuando representó su espectáculo «Flamenco y poesía» en el teatro Palacio Valdés. «Utopía», -así se llama la creación cuyos detalles ultima estos días- nace de la unión del trabajo de Oscar Niemeyer y de la propia Pagés. La tarea de ayer por la tarde se centró, principalmente, en la prueba de los vestidos que lucirá la bailaora. En el estreno del montaje de la sevillana estarán presentes programadores de teatros de todo el mundo: desde Rusia a Singapur.