Félix VALLINA

La entrada en funcionamiento de la primera fase de ampliación del puerto de Avilés, que estará operativa a partir del miércoles, es la materialización de lo que muchos consideraban casi un sueño hace años: la conquista de la margen derecha de la ría. La nueva línea de atraque es el primer paso de una era en la que Avilés contará con las infraestructuras portuarias necesaria para competir con otras terminales del norte de España. Eso sí, la coyuntura económica no está como para tirar cohetes y el presidente de la Autoridad Portuaria, Raimundo Abando, prefiere ser prudente a la hora de hacer números. El volumen realista de tráficos ronda actualmente los 5,5 millones de toneladas anuales y Abando, apoyándose en la situación de crisis, considera que alcanzar un millón más -incluso cuando también esté operativa la fase dos de ampliación- «ya sería de sobresaliente».

El presidente de la Autoridad Portuaria matizó además que para alcanzar la cifra de los 6,5 millones anuales se tienen que cumplir, entre otras, las siguientes premisas: que aumente en 100.000 toneladas la producción anual de Asturiana de Zinc, que se mantenga o aumente el flujo de barcos de carbón, que se reactiven las exportaciones de coque de Arcelor y que no pinche ninguno de los otros tráficos. «Con los dos muelles en funcionamiento el techo teórico de tráficos quedaría fijado en unos 8 millones de toneladas anuales. Pero realmente esas posibilidades son nulas en el actual contexto económico y mínimas en cualquier otro posterior más favorable», señaló Raimundo Abando, que volvió a reiterar su negativa a la ejecución de una tercera fase de ampliación, unas obras que en su opinión «son totalmente injustificadas».

Abando es consciente de que el nuevo muelle necesita equipamientos y asegura que antes del próximo 30 de enero espera conseguir que las empresas consignatarias instalen las grúas. En cuanto a la posibilidad de construcción de una nueva carretera para mejorar los accesos, Abando dice tener las manos atadas. «Todo eso está pendiente de un convenio que firmó el Gobierno de Areces con Fomento para construir la conexión del parque empresarial (PEPA) con la "Y". Ese proyecto está parado y no podemos ir más allá hasta que se ejecute. Además, las pretensiones pasan por ampliar el fondo de los muelles hacia las canteras según se vaya liberando espacio, por lo que ahora mismo no se podría construir», señaló. No obstante, el presidente del puerto aseguró que se ejecutarán los trabajos necesarios para mejorar la actual carretera y las rotondas.

En cuanto a los accesos por ferrocarril, «las vías atraviesan suelo de Arcelor y su prolongación, debe pasar por los muelles de la fase dos, ahora en obras. Trataremos de dejar hecha la parte de la fase uno para que después sólo haya que empalmarlas; por el momento sólo se puede hacer eso», subrayó Abando.

Uno de los impulsores de la conquista de la margen derecha es sin duda Manuel Ponga, presidente del puerto hasta 2007. Ayer estaba encantado. «Estoy muy contento. Parecía inviable y lo hubiese sido si se hubiera hecho en estos tiempos de crisis; lo que pasa es que se proyectó en una época más benigna económicamente y con un Gobierno central que se preocupó por Avilés». Ponga considera que ahora es imprescindible agilizar la apertura de la segunda fase de ampliación y, en contraposición a Abando, tiene claro que la tercera también es necesaria. «¿Qué esperamos, a que haya tráfico para construir puerto o construimos puerto para ganar tráficos? Yo creo que es más adecuada la segunda opción, pero tiene que haber intención política», aseguró Ponga, que añadió: «Espero que ahora aumenten los tráficos, aunque es cierto que la situación de crisis va a notarse, pero al menos estaremos preparados para cuando vengan mejores tiempos».

Otro de los implicados en el proyecto fue el anterior presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Docampo, que también se mostró satisfecho y reconoce los méritos de su antecesor. «Todos los honores de la primera fase se los debería llevar Ponga, que la dejó encarrilada. Yo me siento más "padre" de la segunda fase, aunque como hay que ver el asunto como un proyecto conjunto lo único que tengo que decir es que me parece una noticia maravillosa», afirmó

Laureano Lourido es el gerente de Actividades Generales Portuarias (AGP), la consignataria que mueve las mercancías de Arcelor y también recibe con agrado la noticia de la puesta en servicio de la fase uno de la ampliación. «Es una oportunidad muy grande de crecimiento. Se consigue más calado, más superficie y por lo tanto más espacio para nuevas empresas», aseguró. Lourido se atrevió incluso a proponer algunas alternativas para ganar clientes: «Avilés no tiene contenedores y el nuevo muelle sería estupendo para acogerlos; además, la Autoridad Portuaria, si no acuden rápido las empresas que ya están aquí, podría sacar a concurso parte del espacio para atraer a otras firmas de fuera». El responsable en Avilés del sindicato Coordinadora del Mar (mayoritario en el sector de la estiba), Felipe Mendoza, califico la apertura de la primera fase como una noticia «excelente». «Todo lo que sea ganar espacio en el puerto ofrece la posibilidad de agregar más carga y eso significa más trabajo», subrayó.