Francisco L. JIMÉNEZ

La Autoridad Portuaria de Avilés concluyó ayer el trámite administrativo para recibir las obras de construcción de la primera fase de la ampliación de muelles en la margen derecha de la ría y, a renglón seguido, autorizó su puesta en servicio, de manera que las empresas pueden trabajar ya en el interior de la explanada de 54.210 metros cuadrados que se extiende a los pies de la cantera del Estrellín. La llegada del barco que estrenará el nuevo muelle está prevista para la próxima semana, según fuentes portuarias. No obstante, desde ya mismo se podrán realizar tareas de depósito y almacenaje de materiales en la zona.

Tal y como se había planificado, la Autoridad Portuaria ha dado por finalizada también en los últimos días la construcción de una carretera de servicio que discurre por terrenos del puerto en la margen derecha y que ha sido diseñada con un ancho y unos radios de curva especialmente pensados para facilitar el tránsito de los camiones de gran tamaño que suelen usarse para mover enormes piezas de calderería o tramos de torres eólicas. El nuevo muelle del Estrellín será desde ahora el que se use para embarcar estas grandes estructuras que construyen varias de las empresas radicadas en el polígono de la ría.

La recepción de la obra de la primera fase de la ampliación del puerto se produjo con dos años de retraso sobre las fechas inicialmente previstas. Ése fue el «peaje» que hubo que pagar por una acumulación de imponderables que llegaron a amenazar incluso la recepción de las ayudas europeas de las que se benefició el proyecto. Los técnicos de Puertos del Estado fueron los encargados de verificar recientemente que el muelle del Estrellín reúne las exigencias de calidad requeridas. Asimismo, hizo falta que Bruselas diese su visto bueno a la obra, habida cuenta de que para sufragar los más de 24,7 millones de euros que ha costado el proyecto se contó con subvenciones europeas.

La Autoridad Portuaria había previsto cuando realizó el proyecto de ampliación que la primera fase pudiera entrar en servicio a finales de 2008 o a comienzos de 2009. Las razones del retraso radican tanto en cuestiones administrativas previas a la contratación de los trabajos como en las dificultades halladas durante el desarrollo de las obras, especialmente las relativas a la inconsistencia del terreno donde se construyó el muelle.

La nueva línea de atraque de la margen derecha, incluida en la primera fase del proyecto de ampliación de los muelles comerciales, tiene una longitud de 505,6 metros y dispone de una explanada de 54.210 metros cuadrados. Las obras fueron llevadas cabo por la unión temporal de empresas (UTE) integrada por FCC Construcción y Alvargonzález Contratas, y han requerido del dragado de 781.396,79 metros cúbicos de material. La nueva línea de atraque está dotada de una red de abastecimiento de agua, otra de suministro de electricidad y un sistema de protección contra incendios.

La nueva estructura se sustenta en hileras de cuatro pilotes de 1,65 metros de diámetro unidos por una viga de encepado cada nueve metros. Sobre esas vigas apoyan otras unidas por una capa de compresión de veinte centímetros hormigonada in situ.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés, Raimundo Abando, tuvo ayer un encuentro con los vecinos de Raíces (Castrillón), a los que transmitió tranquilidad en el sentido de que el trazado de la futura ronda norte (la carretera llamada a comunicar el puerto con la autopista) no pasará cerca de la localidad. Aunque la alternativa de trazado que aconsejan los técnicos es la que discurre por la cantera de Burgos (término municipal de Avilés), Abando se declaró más partidario de la opción de enterrar la ronda norte bajo la ría. En la imagen, Raimundo Abando flanqueado por la diputada Carmen Fernández y Manuel Antonio López Tamargo, portavoz de Foro en Castrillón.