Presidente de la Asociación de Directivos de Comunicación

A. P. GIÓN

El periodista José Manuel Velasco (Avilés, 1965), que inició su carrera profesional como corresponsal de LA NUEVA ESPAÑA en Avilés, preside la Asociación de Directivos de Comunicación (Dircom). El también responsable de Comunicación de la empresa FCC ofreció ayer una conferencia en la Casa de Cultura con motivo de la celebración del trigésimo aniversario de la publicación «El Revistín».

-¿Cultura de consumo o consumo de cultura?

-De eso vengo a hablar. Venimos de una época donde se ha registrado una cultura de consumo que indica un déficit de valores. Esa cultura es responsable, en parte, de la actual situación de declive económico. Durante ese tiempo de abundancia y exceso se hizo un gran consumo de cultura como un bien, como un entretenimiento, incluso casi como un snobismo. Debemos evolucionar de una cultura de consumo hacia un consumo responsable de cultura. Es un motor de transformación, una palanca de desarrollo, de progreso. Si además admitimos que el problema de la crisis ha radicado en un déficit de valores, desde el momento en que la cultura incide en los valores, toda inversión en cultura debería ayudar a salir de la crisis. También es cierto que la inversión en cultura es más a medio y largo plazo y así tiene que ser contemplada.

-¿La empresa privada invierten suficiente en cultura o ésta sigue dependiendo en exceso del dinero público?

-La empresa privada invierte muchos recursos en cultura, pero lo hace de acuerdo a sus prioridades y estrategias. Las administraciones públicas y las empresas privadas tienen un terreno de encuentro común en el patrocinio cultural. Sería bueno que las administraciones públicas avanzasen en la profesionalización de los gestores, de los patrocinios culturales, de los gestores de las relaciones con el mundo de la empresa. A veces no se ofrecen productos que sean suficientemente interesantes para la empresa o no se le explica bien a ésta cuáles son los retornos que ese patrocinio cultural va a tener. Confío en que la cultura no sufra demasiado los recortes y también en que ayude a propiciar un acercamiento más profesional al mundo del patrocinio cultural por parte de la empresa privada.

-Valore el efecto Niemeyer y la polémica en la que se ha visto envuelta el centro cultural.

-Como avilesino, siento una gran tristeza por el despropósito que representa que haya una Fundación sin centro, un centro sin Fundación, y ambos sin actividad. Me parece que es algo que Avilés y los avilesinos no se merecen. Además, el Niemeyer representa una gran esperanza, había logrado situar a la villa en el mapa global de la cultura. La actual situación trabaja a favor de la desafección de la política, que es muy peligrosa. Acontecimientos como los del Niemeyer son malos para la necesaria recuperación de la actividad política como una actividad buena y noble. En esa línea, quien más cuota de poder reivindica a la hora de gestionar el Niemeyer, más responsabilidad tiene para buscar caminos que permitan adoptar una solución de consenso. Estoy convencido de que si esas responsabilidades no son ejercidas, los ciudadanos pasarán la correspondiente factura. Algunos de los responsables de este desaguisado pagarán la factura pronto y otros cuando se produzcan consultas electorales.

-¿El periodismo está en crisis?

-Sufre una doble crisis: una económica, relacionada con la caída de la publicidad, y otra relacionada con el modelo de negocio. En España necesitamos editores que inviertan en el proceso intelectual y los gestores de ese proceso intelectual son los periodistas. El proceso de creación intelectual que hay detrás del mundo de los medios deben desarrollarlo los periodistas, y no informáticos ni expertos en marketing.