Salinas, Inés MONTES

Las medidas para la defensa y mejora de las dunas de El Espartal y su entorno son centenarias. El segundo cordón dunar, el que actualmente se encuentra en la margen derecha de la carretera de Salinas a San Juan, conocidas como dunas grises, ya fueron objeto de acciones para estabilizar la duna desde hace décadas. La Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM), comenzó en el año 1858 el sembrado de árboles y arbustos para fijar los terrenos arenosos e inestables en los que proyectaba construir una carretera y la red ferroviaria para poder transportar al Puerto de San Juan de Nieva los materiales y materias primas desde la mina de Arnao.

Desde 1858 y durante los casi cinco años siguientes la RCAM ejecutó un ambicioso plan de siembra de árboles en el que invirtió más de 200.000 reales de los de entonces. El coste del plan está detallado en el conocido como «Libro mayor» que se conserva en el archivo histórico de Asturiana de Zinc (AZSA). Cien años después de que la RCAM se instalara en Arnao, se constituyó AZSA y la fábrica se levantó en San Juan de Nieva. Entonces en el ya conocido como el pinar de Salinas, corrían ardillas, zorros y otros animales que fueron poblando la zona.

El desarrollo industrial de San Juan y zonas próximas con la instalación de AZSA y las balsas de jarosita y Cristalería Española fue minando el área verde en el que se habían desarrollado también comunidades de arbustos de madroño, laurel y aligustre. La fauna abandonó el hábitat y en el último cuarto del siglo XX la contaminación afectó a los árboles y arbustos que habían sobrevivido durante 100 años. El último cuarto del siglo XX, en el que se incrementó la conciencia medioambiental de los ciudadanos, las administraciones públicas y las empresas optaron por tomar medidas para salvar el pinar y las dunas de El Espartal. La impermeabilización de las balsas de jarosita por imposición del Ayuntamiento de Castrillón, fue el comienzo de las actuaciones que AZSA realizó en la zona.

Los pinos que se habían plantado 100 años antes fueron muriendo, por lo que en el año 1998 la empresa acometió una plantación que no consiguió el éxito de la actuación de la RCAM pero que logró mejorar el entorno. Los sucesivos ministerios de Medio Ambiente a través de Costas acometieron la regeneración de las dunas de El Espartal. El primer cordón dunar, de dunas blancas y que limita con la playa, fue objeto de varias actuaciones medioambientales. La última hace casi una década.

La intervención consistió en el derribo de unas naves municipales que se utilizaban como albergue de animales, la limpieza de la zona y la plantación de arbustos como madroño, laurel y aligustre. La fiebre urbanística también azotó el sistema dunar y aún hoy persiste la polémica por la construcción de nuevos edificios.

En el año 2008 el Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Dirección general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, recomendó realizar un seguimiento de las dunas y sugirió la posibilidad de aumentar la biodiversidad vegetal en la zona oriental, que mantiene una actividad dinámica eólica. Asimismo, recomendó restaurar el cordón dunar de la zona occidental formando un nuevo perfil y aclarando en la zona interior la vegetación arbórea y arbustiva para conseguir una reactivación y rejuvenecimiento de la duna. Medio Ambiente también recomendó control la vegetación invasora.