Oviedo / Avilés,
M. MARTÍNEZ / A. P. GIÓN
El presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, reclamó ayer al Gobierno central que modifique el sistema tarifario energético para que los costes sean homologables con los de otros países europeos y así la industria asturiana y nacional puedan competir en igualdad de condiciones. Cascos, que ha pedido reuniones con los ministros de Industria, Hacienda y Fomento para negociar los recortes en Asturias, lamentó el recorte de producción en Alcoa, aunque valoró positivamente que sea parcial y temporal, y añadió que está dispuesto a participar en cualquier negociación para crear «escenarios positivos» que permitan paliar las previsiones iniciales. «La sede del Alcoa está en Nueva York, y si hay que ir a Nueva York, con tener el pasaporte en regla será suficiente», proclamó.
El elevado coste energético es un problema para la industria asturiana y española desde hace años, y más desde que se eliminó la tarifa G-4, que otorgaba condiciones más favorables a los grandes consumidores, como es el caso de las grandes multinacionales asentadas en Asturias. Arcelor-Mittal, Asturiana de Zinc (Azsa) y la propia Alcoa llegaron a amenazar con deslocalizaciones por elevado precio de la energía, que hace menos rentables a las plantas asturianas y, por tanto, les resta competitividad.
Cascos hizo ayer un nuevo llamamiento a la unidad a los agentes sociales y partidos políticos, igual que el pasado 9 de noviembre, cuando les propuso redactar e impulsar una declaración a favor de la competitividad de la industria asturiana «basada en la exigencia» al Gobierno de España de reestructurar el sistema tarifario energético para lograr unos costes homologables a los competidores europeos, además de aprobar un sistema de ayudas al sector naval que permita a las empresas asturianas competir en igualdad de condiciones «y firmar contratos en vez de mirar cómo los firman en otros países».
En aquella carta, Cascos ya hacía referencia a Alcoa, Arcelor-Mittal y Azsa «porque el escenario de falta de competitividad era general, y probablemente en una segunda derivada haya otros sectores también afectados». La patronal asturiana del metal, Femetal, ha denunciado en numerosas ocasiones que el elevado coste de la factura de la luz lastra la competitividad del sector en el mercado internacional.
«No estamos defendiendo por ser asturianos a las empresas asturianas, que también, sino a la industria metalúrgica básica española, porque en este caso los intereses son coincidentes», indicó Cascos.
El presidente del Principado resumió en tres premisas el «conjunto de preocupaciones» fundamentales en relación al futuro del país, de Asturias y de sus necesidades. La primera, el principio de estabilidad presupuestaria y control del déficit público, que es «necesariamente compatible» con la segunda, que son las profundas y urgentes reformas estructurales que garanticen el futuro industrial -por ejemplo, la del sistema tarifario energético-, y por último, el respeto y cumplimiento de la cohesión territorial.
La alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, recibió la noticia del plan de Alcoa por boca del director de la planta avilesina, Javier Menéndez. «Esta misma mañana (por la de ayer) he conocido la decisión de la multinacional de reducir su producción de una forma temporal y parcial, reducción que esperamos que dure el menor tiempo posible. Javier Menéndez también me confirmó que había mantenido ya la primera reunión con los representantes de los trabajadores», señaló Varela.
La Alcaldesa destacó que, tras las inundaciones del pasado 2010, Alcoa «ha demostrado que tiene una gran capacidad de trabajo y de recuperación ante las dificultades adversas». Según Varela, «la propia compañía confía en que esta reducción temporal de su producción sea lo más corta posible en el tiempo». «Saben que cuentan con el Ayuntamiento de Avilés para comprender su situación y también con la del conjunto de trabajadores, con los que sin duda alcanzarán acuerdos. La empresa basa su decisión en las condiciones del mercado, que esperamos mejoren y permitan a la compañía recuperar su nivel de producción para que el recorte de producción sea lo más breve posible y la empresa tenga garantizada cuanto antes su competitividad puesto que eso garantizará los empleos».
