Marta PÉREZ

La avilesina Noelia Abelleira Almendro, de 27 años, es una diplomada en Turismo con dificultades para encontrar trabajo. Lleva meses dándole vueltas, y al final se ha decidido. En unos días partirá rumbo a Grecia para participar en uno de los proyectos del Servicio Voluntario Europeo, una experiencia de aprendizaje en el ámbito de la educación informal, subvencionado con una beca que sufraga gastos de viaje, alojamiento y manutención. En el país heleno desarrollará durante un año una labor sin remunerar para una asociación cultural, una experiencia que le servirá para aprender el idioma y mejorar su desarrollo personal. «Las cosas están como están, y hay que buscar alternativas, no te vas a quedar en casa de brazos cruzados», comenta la joven.

Desde que el servicio se puso en marcha en 2007, en el marco del programa Juventud en Acción, veinte avilesinos en situaciones similares a las de Noelia Abelleira han participado en el programa. Además, otros veinte extranjeros han recalado en la comarca para realizar en Avilés proyectos de voluntariado.

Este es el caso del joven alemán Theis Abben, de 19 años. Aunque sus motivos son bien diferentes. Acaba de terminar sus estudios de Bachillerato y ha decidido tomarse un «año sabático» antes de empezar con los estudios superiores en la Universidad. Quiere ser ingeniero. Theis Abben llegó a Avilés en octubre y desde entonces ha progresado bastante con el español. Vive en el albergue deportivo municipal, que ha sido alquilado por la Concejalía de Juventud para alojar a los voluntarios europeos. Theis Abben participa en un proyecto de enseñanza de idiomas, en un contexto informal. Así, conversa en inglés y alemán con jóvenes avilesinos interesados en mejorar sus conocimientos de estas lenguas. «Pronto comenzaré un taller de escultura con materiales reciclados», apunta el joven.

Theis Abben explica que acabó en Asturias porque el padre de un amigo le habló de Ibias. En la base de datos del Servicio Voluntario Europeo encontró un proyecto cerca del mismo lugar del que había oído hablar maravillas, y decidió apuntarse. Le gusta Avilés porque es una ciudad tranquila. No se imagina en Madrid «con ese bullicio», explica, porque él viene de un pueblo de 3.000 habitantes (Leer), cercano a Bremen. «Lo que más me ha llamado la atención es la hospitalidad de los avilesinos. Al segundo día de conocerme, ya me estaban invitando a comer», cuenta el joven.

Avilés es en la actualidad el único municipio asturiano que participa de forma activa en el Servicio Voluntario Europeo. Otros ayuntamientos están también acreditados, sin embargo, ante la falta de financiación para sufragar los gastos del personal que coordina el proyecto, han tirado la toalla.

Esta tarde, a las siete, Noelia Abelleira y Theis Abben intervendrán en la primera reunión informativa del año sobre el proyecto. Será a a las siete de la tarde en la Oficina de Información Juvenil, en el edifico Fuero.