Amaya P. GIÓN/

Francisco L. JIMÉNEZ

La decisión del Gobierno de Mariano Rajoy de suspender las primas a nuevas instalaciones de energías renovables -lo que en la práctica significa paralizar el desarrollo del sector- amenaza con hundir a buen número de firmas de la comarca, como la avilesina Alusin Solar. La empresa, con sede en La Curtidora y que inició su andadura en 2010, cerró el año pasado con buenos números y mejores expectativas. «Tenemos trabajo apalabrado para todo 2012 y hace unos meses alcanzamos una punta de trabajadores en plantilla de 34 con personas con motivo del montaje de un parque solar en Totana (Murcia). No podemos quejarnos», explicaba el pasado diciembre a este periódico el gerente de Alusin Solar, Javier Fernández-Font. Pero la decisión gubernamental echa por tierra los planes del emprendedor avilesino, una de las caras de lo que se avecina para el sector. «El impacto será brutal, no se ha medido el tamaño de la bofetada. Me temo que en julio estaremos todos en la calle», sentencia.

Las consecuencias de la moratoria renovable alcanzan a dos de los sectores hacia los que la industria metalúrgica comarcal orientó sus actividades en la última década, el eólico y el solar. Las reacciones de las organizaciones que representan a estas empresas no se han hecho esperar. La Asociación Empresarial Eólica hizo pública su «preocupación» y se brindó a «colaborar en la búsqueda de soluciones satisfactorias tanto para el país como para el sector» y la Unión Española Fotovoltaica reivindica un hueco en el mix energético nacional. Los dos principales fabricantes comarcales de componentes para los ingenios eólicos -Windar Renovables e Idesa- eluden pronunciarse públicamente sobre la moratoria, pero dejan entrever que su futuro dependerá ahora más que nunca del mercado exterior. En este sentido, y demostrando una gran visión comercial, tanto Windar como Idesa tienen en marcha proyectos de ingeniería eólica marina que no se ven comprometidos por el veto del Gobierno de Rajoy a las «energías verdes».

El futuro pinta más negro si cabe para Alusin Solar, una firma que está especializada en la construcción y montaje de soportes para paneles fotovoltaicos. La empresa inició 2012 con carga de trabajo para todo el año. Pero el anuncio del ministro de Industria, José Manuel Soria, de suspender las primas a nuevas instalaciones de energías renovables como un «primer paso para resolver el déficit tarifario acumulado y frenar su ritmo de crecimiento» ha hecho añicos las previsiones de la firma avilesina... y de tantas otras.

Según Fernández-Font, el argumento del Ministro no es más que «una mentira». «La excusa es reducir el déficit tarifario, que nada tiene que ver con las renovables», protesta. «Al ministro le diría que ahora mismo tengo dieciocho personas en nómina (esta misma semana había hecho tres contratos, dos de los cuales eran parados de larga duración), y hoy me encuentro que en julio estaremos todos en la calle, incluido yo, porque alguien no ha entendido lo que es el déficit, pero sí que ha entendido lo que le dicen Iberdrola y Endesa», apunta el emprendedor. Y es que, según Javier Fernández-Font, las «zancadillas vienen de las grandes eléctricas». Lo explica así: «La construcción de parque solares -pese a los muchos puestos de trabajo que generan- no requiere de cuantiosas inversiones y además, dada su gran atomización, es imposible que alguien domine el sector del modo que hacen las eléctricas, por ejemplo, con la energía eólica. Es decir, que para Iberdrola, Endesa y compañía este sector es más que nada un competidor indeseado; de ahí las zancadillas que nos ponen».

Firmas como Alusin Solar son sólo la punta del iceberg de una larga cadena, según los empresarios del sector. «Sobrevivirán el 20 por ciento de mis clientes, los que se queden con el mantenimiento de las plantas ya en funcionamiento. De veinte personas en plantilla pasarán a dos, porque es para lo que da un mantenimiento: dos nóminas y el alquiler. El comercial de la fábrica de aluminio que atiende al sector solar ya está en la calle. No habrá ni transportistas llevando material, ni contratos de chapa para torres eólicas, ni servicios de conexión eléctrica para las instalaciones. Y no es verdad que sea por ahorrar. Cada euro que el Estado pone en renovables genera mucho más dinero alrededor. Tampoco es por la inmadurez del sector, porque aunque hagas la obra sin subvenciones, no te dejan conectarla a la red. Es un envite para que Iberdrola y Endesa se queden con todo, es un ataque al modelo de autoconsumo. Si cada uno puede producir su propia energía, ¿en qué posición quedarían las grandes eléctricas?», plantea el empresario avilesino, que insiste en que el Gobierno «no ha medido las consecuencias».

¿Y qué futuro le espera a esta joven empresa avilesina? Buscar mercados internacionales. Fernández-Font confía en encontrar negocio en Italia. «Esa es nuestra única salvación. He cancelado mi participación en la feria de Madrid y reservado en la de Verona. Allí iremos todo el sector, a buscar vías de escape. Aún lográndolo, el 50 por ciento de la plantilla estará en la calle a final de año. Pero el que no logre abrirse un hueco en el mercado internacional, cerrará», concluye.