Luanco, M. PÉREZ

La incesante lluvia consiguió aguar ayer el día grande de las fiestas en honor al Cristo del Socorro en la capital de Gozón. Los luanquinos celebraron la fiesta con una sonrisa a medias, puesto que el mal tiempo impidió la celebración de la tradicional procesión del Socorro, que estaba previsto que saliese del Instituto rumbo a la iglesia a las once y media de la mañana. No pudo ser. La organización decidió trasladar los actos al interior del templo parroquial, donde se ofició una misa. A continuación, se celebró una procesión alrededor de la iglesia presidida por la imagen del Santísimo Cristo del Socorro, protegida con plásticos para guardarse de la lluvia. La bendición ante el mar tuvo que hacerse este año en la explanada de la iglesia, y sin perder tiempo, porque la lluvia no dio tregua ni un segundo.

Luanco conmemoraba este año los 236 años del milagro del Santísimo Cristo del Socorro, y así se encargó de recordarlo el párroco en la homilía. El 5 de febrero del año 1776, según la tradición, el Cristo «salvó» de morir ahogados a los tripulantes de veinte embarcaciones, quince de la villa y cinco foráneas, que pudieron llegar al puerto luanquín en medio de una terrible galerna. Así, las fiestas del Socorro tienen un fuerte arraigo en la villa marinera.

Aunque la procesión civil presidida por las autoridades desde el Instituto a la Iglesia tuvo que suspenderse, los asistentes fueron traslados en autobús al templo parroquial para seguir allí con los oficios religiosos. Además de las autoridades locales, asistieron al oficio religioso el viceconsejero de Recursos Autóctonos, Luis Peláez, y la directora general de Pesca Marítima, Eva María Llera. También estuvo el presidente de la Junta del Principado, Fernando Goñi.

Deslucidas quedaron también por la lluvia las actuaciones de la banda de música de San Martín del Rey Aurelio y de la banda de gaitas «Ciudad de Oviedo», que no pudieron realizar el pasacalles acompañando a la procesión. Una vez concluidos los oficios religiosos, los luanquinos y visitantes se repartieron entre los establecimientos hosteleros y sus hogares para entonar el cuerpo con la tradicional caldereta de pescado.

Las fiestas del Cristo del Socorro continúan hoy con una serie de actividades en torno al día del pescador jubilado, también conocido como «El Socorrín». El programa comenzará a las diez de la mañana con un concurso de pintura infantil en el muelle de la villa. El acto central del día será la misa oficiada en honor de los fallecidos en el mar, a la una y media. A partir de las tres de la tarde se celebrará una comida de hermandad en el restaurante La Pradera. A las cinco de la tarde también están previstos una serie de juegos infantiles. La fanfarria de Pepe «el chelo» despedirá las fiestas.