El patrimonio municipal avilesino tiene un valor a efectos contables de 333.265.155 euros, lo que supone que cada vecino tocaría a 4.054,12 euros en el improbable caso de que el Ayuntamiento liquidase todas sus propiedades y luego repartiese el dinero obtenido entre los residentes en el concejo. La cifra es el resultado de valorar los viales, el mobiliario urbano, los terrenos, el fondo artístico y las redes de servicios públicos a efectos de catálogo para confeccionar el inventario municipal de bienes y derechos. A efectos comparativos, los 333 millones de euros que «vale» Avilés equivalen a algo más de la mitad del precio de mercado de la plantilla del Fútbol Club Barcelona, que asciende a 606 millones, según un informe de la empresa especializada Transfer Markt.

El capítulo que más contribuye a «engordar» el valor del patrimonio municipal avilesino es el que comprende calles, plazas, parques y paseos: 170,4 millones. En caso de añadir el valor del mobiliario urbano colocado en esas zonas (farolas, semáforos, bancos, papeleras...) habría que aumentar la cifra en 268.088 euros.

El segundo apartado más valioso de las propiedades del Ayuntamiento son los edificios (culturales, deportivos, sociales, educativos, administrativos, industriales, garajes y residenciales): 79,3 millones. Dentro de este capítulo está el inmueble más valioso que posee en la actualidad el Ayuntamiento: el estadio Román Suárez Puerta, tasado en 44.235.800 millones (a razón de 990 euros por metro cuadrado de parcela). La razón de este alto coste es la privilegiada ubicación del estadio, en pleno centro urbano. En el otro extremo se encuentran las llamadas «viviendas de funcionarios» de la calle Jovellanos, valoradas al precio simbólico de un euro cada una. En general, las tasaciones del inventario municipal son inferiores a las que resultarían de un cálculo de mercado.

La tercera gran partida de propiedades municipales, atendiendo a su valor, son los terrenos (urbanos, urbanizables y no urbanizables): 47.5 millones. Completan la lista las instalaciones de servicios públicos (redes de abastecimiento, saneamiento, alcantarillado...), para las que se calcula un valor de 29,8 millones de euros, y el mobiliario general, tasado en 1,2 millones.

Fruto de una decidida apuesta por la informatización del Consistorio, el valor de los equipos (hardware) y programas (software) instalados en los últimos años en las dependencias municipales supera ya los 2 millones de euros. Y la colección de pinturas, obra gráfica, esculturas, documentación y mobiliario histórico que atesoran los edificios municipales alcanza un valor de 216.000 euros. En este apartado del fondo histórico-artístico, también existe un consenso político general sobre la infravaloración de los bienes.

El trabajo realizado por los servicios técnicos municipales permite saber el valor de absolutamente todos los inmuebles de propiedad municipal; así, a la plaza de abastos se la tasa en 1,2 millones, los mismos que vale el centro cívico de Los Canapés; el cementerio de La Carriona llega a los 3 millones de valor, y el teatro Palacio Valdés supera esos mismos 3 millones. No obstante, ninguno está ni estará en venta.

Haber calculado el valor del patrimonio municipal avilesino fue el primer paso de un proceso aún abierto que tiene por finalidad mejorar la gestión de los bienes que son propiedad del Ayuntamiento avilesino, un camino que ya emprendieron hace años otros ayuntamientos españoles. La Comisión de Urbanismo abordó en su reunión de ayer este asunto, así como el manual de normas y procedimientos de gestión municipal de bienes y derechos; ambos temas fueron dictaminados a favor con los votos del PSOE y la abstención de los grupos de la oposición.

El PP, en la citada comisión, solicitó al gobierno local que complete las fichas del inventario de bienes inmuebles que presentan lagunas de algún tipo. «Algunas fichas carecen del valor catastral, en otras no constan datos de la escritura, etcétera», explicó Álvarez. El PSOE se comprometió a hacerlo. Esta situación de la que se queja el PP da pie a situaciones estrambóticas, como que algunos inmuebles municipales tengan por valor oficial cero euros debido a que se ignora su valor de compra y además carecen de valor catastral, o que otros formen parte del patrimonio público de la ciudad sin que exista documentación que pruebe fehacientemente su propiedad. Éste es el tipo de situaciones que precisamente se quiere evitar a partir de ahora con una mejor gestión del patrimonio.

El empeño en la mejora de la gestión del patrimonio municipal no sólo se pondrá en los bienes inmuebles, sino que hasta el más modesto de los objetos (sillas, ordenadores, herramientas, enseres de oficinas...) tendrá una pegatina de seguimiento que permitirá seguirle la pista y saber en todo momento su paradero o, llegado el caso, darlo de baja.