No, no es un lapsus. Sé que era María Cristina, pero como María Dolores está empeñada en gobernarnos y ha vuelto con la canción de que el PP es el partido de los trabajadores, en vez de decirle un piropo le canto un bolero.

Te mueves mejor que las olas y llevas la gracia del cielo, la noche en tu pelo, mujer española. Envidia te tienen las flores, pero excuso decirte que siempre han sido los trabajadores quienes han elegido partido y no al revés. Agradezco tu sentido del humor y el de Fátima, la ministra que citó a los líderes sindicales para explicarles lo que no acaban de entender. Hizo bien, la explicación los dejó helados, de ahí que convocaran un paseo, en domingo, por las calles de Madrid, para ver si entraban en calor.

Antes, las decisiones se tomaban en caliente y por las bravas, pero ahora nadie decide nada antes de dar un paseo y tomarse unas cañas. Ya lo dijo Cristina, la de la canción no, la presidenta argentina: Rajoy es un suertudo, los empresarios, y el gobierno, anuncian rebajas de sueldos y despidos masivos y los dirigentes sindicales están pensando a futuro si convocan huelga general.

Tiene razón señora Kirchner, y aún le digo más, debería leer el comentario de un periodista español que no pertenece al diario que usted llevaba en la mano. Sí, un periodista que dijo que ver a los dirigentes sindicales sentados delante de la ministra le parecía como si un carnicero, sonriente y peinado de peluquería, se reuniera con dos corderos para explicarles como iba a ser su despiece.

Asumo el comentario, sólo que en este caso el encargado de las explicaciones no era el carnicero, era su distinguida empleada Fátima Báñez. Y los sindicalistas, los dos, el oso Méndez y el Toxo con gafas, como pulpos en un garaje; no sabían dónde meterse. Todo un síntoma de que se les ha pasado el arroz. Los de su generación ya están jubilados o prejubilados. Hicieron su trabajo y ahora se dedican a levantarse tarde, caminar un par de kilómetros, vigilar el colesterol y cuidar de los nietos. Luego, al anochecer, recuerdan los viejos tiempos. Dicen que por mucho menos que ésto convocaron huelga general a un partido que, entonces, era de los trabajadores porque ellos lo habían votado.

Las cosas han cambiado una barbaridad. Los de aquella generación cuentan sus batallas, insistiendo en que María Dolores pertenece al partido que no votarían nunca pero no dejan de reconocer que estos trabajadores de ahora, los que han tomado su relevo, eligieron al PP porque sus ojos son tan pintureros que cuando los miran de cerca les prende su embrujo y gritan te quiero.

La situación es complicada. Por eso los viejos sindicalistas, que representan a los nuevos trabajadores, proponen dar un paseo antes de convocar huelga. Mientras pasean sugiero que canten María Dolores me quiere gobernar? Y yo le sigo, le sigo la corriente. Que vamos pa la playa, allá voy. Que móntate en el carro, y me monto. Que bájate del carro, y me bajo. Que súbete en el puente, y me subo. Que quítate la ropa, me la quito. Que tírate en el agua? No, no, no, María Dolores, que no, que no?

Eso dice la letra. La música es lo de menos, da igual que sea merengue, chachachá o rocanrol.