Francisco L. JIMÉNEZ

Cada semana que ha transcurrido desde el mes de febrero de 2008 el pozo del paro ha atrapado a 31 nuevas personas en la comarca de Avilés, lo que a estas alturas de la crisis eleva la cifra de trabajadores que demandan empleo a 15.667, un 69 por ciento más de los que figuraban inscritos en las mismas listas hace cuatro años. Semejante escalada del paro no tiene parangón desde la instauración de la democracia y si bien es cierto que no castiga por igual a todos los colectivos en función del nivel de estudios, edad o sector de actividad no es menos verdad que, por primera vez, nadie se salva del zarpazo del desempleo. Bueno, sí que hay una excepción, pero es anecdótica: el paro se ha reducido entre los militares; había seis inscritos en el Servicio de Empleo de Avilés hace cuatro años y ahora sólo constan dos.

El perfil del prototipo de persona sin empleo en la comarca sería el de una treintañera con estudios de ESO y poco cualificada. Y es que hay 8.040 mujeres en paro frente a 7.627 hombres en la misma situación, si bien el desempleo entre los segundos ha crecido en estos cuatro años un 116 por ciento y el de las féminas «sólo» un 40 por ciento. Por nivel de estudios, el colectivo más desfavorecido por el deterioro del mercado laboral es el de las personas con educación primaria (7.866 personas con esas características inscritas como demandantes de empleo, la mitad del total). Y por tipo de ocupación, se aprecia un repunte notable del paro en los llamados oficios elementales o sin cualificación (3.520 personas en este caso, un 47 por ciento más que en febrero de 2008).

Atendiendo a la franja de edades, la crisis ha provocado cambios en la estructura del paro comarcal: hace cuatro años el desempleo se cebaba en los trabajadores con edades comprendidas entre los 25 y los 34 años y entre los 40 y 49 años y ahora penaliza con más dureza, por este orden, a los de 50 a 59 años (el número de desempleados ha aumentado un 90 por ciento) y a los de 30 a 39 años (la bolsa de parados con esas edades también aumenta a razón del 90 por ciento).