Después de 8 años de avances y conquistas, este año hablamos de retrocesos y amenazas

Hace más de cien años que venimos conmemorando el Día Internacional de la Mujer, nada menos que desde 1911. Y es indudable que ha habido grandes avances desde entonces. Las mujeres españolas hemos conquistado amplias cotas de igualdad con nuestra lucha y con la complicidad y las decisiones de los gobiernos socialistas.

De hecho, en los últimos años, cada 8 de marzo hemos podido hablar de avances y conquistas. Lamentablemente, este año hablamos de retrocesos y amenazas, de la igualdad en estado de alerta.

101 años después de aquella primera conmemoración asistimos a un momento crítico para la igualdad entre hombres y mujeres: siempre que la derecha llega al poder las mujeres somos las primeras en sufrirlo.

Me gustaría dedicar estas líneas a analizar dos de las decisiones más perjudiciales para las mujeres del actual Gobierno de Mariano Rajoy: la reforma laboral y la intención de modificar la actual Ley de Derechos Sexuales y Reproductivos de la Mujeres e Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Reforma laboral

La destrucción de empleo a consecuencia de la crisis ha afectado especialmente a las mujeres. Y ahora, la reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP supone un mazazo a la igualdad y es dañina para las mujeres trabajadoras o que aspiran a serlo, además de ser injusta e ineficaz para la creación de nuevos puestos de trabajo y un ataque al derecho a la conciliación.

El porcentaje de contratos temporales se concentra especialmente entre las mujeres que ahora van a estar más sometidas a las condiciones laborales que introduce la reforma.

Las mujeres cobran los salarios más bajos y son más fáciles de despedir. Por eso reivindicamos el mantenimiento y desarrollo de las medidas, servicios y programas que facilitan y alientan una mayor presencia de las mujeres en la vida social y laboral. La crisis no puede ser una excusa para desplazar a las mujeres del mercado de trabajo.

Modificación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo

El mantenimiento de la actual Ley de Interrupción del Embrazo -y específicamente su carácter de ley de plazos- es irrenunciable para las mujeres. Rechazamos la vuelta a una ley de causas que condiciona a las mujeres, les impide decidir libremente, enmascara una enorme hipocresía social y genera una gran inseguridad jurídica y social.

A nadie más que a las mujeres nos interesa ver cómo disminuyen las cifras de embarazos no deseados en nuestro país, como ha venido sucediendo desde la aplicación de la actual normativa.

Precisamente uno de los puntos en los que mayor incide la nueva legislación –por su importancia y efectividad- es en la educación para evitar embarazos no deseados. Exigimos que se apliquen las medidas necesarias para garantizar esta educación afectivo-sexual en los centros escolares, así como el acceso a los métodos anticonceptivos, incluida la contracepción de emergencia, con cargo a la sanidad pública.

Ni la crisis ni las decisiones de gobiernos conservadores van a hacernos desistir. Nuestra voz se escuchará alta y clara, como siempre, en defensa de la igualdad y de cuantas iniciativas se articulen para su defensa. Como por ejemplo, el movimiento social "Marea Violeta" que, desde Málaga, se ha extendido por todo nuestro país. Asociaciones de mujeres y colectivos sociales pretenden frenar los recortes económicos y sociales en políticas de igualdad.

Igualdad y desarrollo

Como concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Avilés, estoy convencida de no hay ninguna sociedad que pueda avanzar si renuncia a incorporar a las mujeres al mercado laboral, a sus órganos de decisión o a sus empresas.

En los últimos ocho años, la apuesta por la igualdad se ha materializado en numerosas medias de apoyo a las mujeres (conciliación de la vida laboral y personas, ampliación y mejora del permiso de maternidad, creación del permiso de paternidad) y en leyes como la de Igualdad Efectiva entre hombres y mujeres, la ley contra la Violencia de Género, la ley de Salud Sexual y Reproductiva, la ley de Titularidad Compartida en Explotaciones Agrarias o la Ley de Dependencia.

Esta apuesta por la igualdad nunca contó con el apoyo del PP que siempre –antes en la oposición y ahora en el gobierno- se sitúa enfrente de los avances de las mujeres.

Es cierto, vivimos malos tiempos para la igualdad, nos encontramos en estado de alerta. Y utilizaremos, como siempre, nuestra capacidad de lucha y todos nuestros argumentos para no retroceder por mucha mayoría absoluta que tenga el Gobierno y por muy conservadora que sea la ideología que marca sus decisiones.